Su cara de niño contrasta con la determinación que exhibe arriba del ring y en las aulas. Es Alan David Picasso Romero, conocido en el boxeo como “Rey Picasso”, un exitoso boxeador que marcha invicto en el terreno profesional; campeón mundial juvenil de peso supergallo, de la NABF pluma supergallo internacional.
Pero esta vez no hablaremos del boxeador, cuyas batallas ha sido reseñadas, sino del estudiante, del joven que sueña con convertirse en el primer científico en poner una base espacial en México y darle una mejor vida a sus papás.
“Para ello requiero convertirme en campeón mundial, hacer muchas defensas para ganar dinero, terminar la carrera de neurociencias en la UNAM y aportar esos conocimientos al boxeo y a mi país, sin esperar que alguna dependencia me apoye económicamente”.
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Cerebrito. David, quien desde niño se fijó la meta de ser boxeador, es estudioso, de hecho, antes de la pandemia presentó dos exámenes para ganarse un lugar en la NASA y ¡los pasó!
Aunque es un deportista famoso, en la UNAM es un alumno más, que pelea con los libros para salir adelante en sus estudios. “No me gusta mezclar mi carrera de boxeo con la escuela, a la UNAM llego como un estudiante normal, me llevo bien con mis compañeros, hago tareas, presento exámenes y cuando debo faltar para viajar y pelear, pues me dan permiso”, afirma.
Uno de los retos que ha superado en la escuela fue sacar diez en una materia: “El maestro me dijo que era imposible combinar la carrera de boxeador con los estudios y que terminaría por desertar, pero acabó de sacar la calificación más alta y para mi fue como un triunfo por nocaut”.
Su meta es terminar la carrera: “Hay una película que se llama “Verdad oculta” donde explican cómo se descubrió la encefalopatía traumática crónica que es algo que desarrollan muchos deportistas que están en disciplinas de contacto. Me gustaría mucho hacer resonancias magnéticas e imagenología, pero en el momento en que alguien boxea, para saber qué son, trabajar en ese aspecto, trabajar con medicina de las partes que estén dañadas”.
Picasso no se olvida de la NASA. “Me encantaría que pueden darse acuerdos para para tener algo aeroespacial en México, en vez de irme a la NASA”.
Soy un joven con sueños, que tiene claro sus objetivos: ser campeón del mundo, tener una carrera universitaria y tener una agencia espacial en nuestro país”.