El Hijo del Santo se quita la máscara
El luchador se enfrenta contra el señor Guzmán en un duelo teatral que hace reflexionar sobre el peso de la máscara plateada
Foto: El Gráfico
Alejado de la intensidad de una arena de lucha libre, El Hijo del Santo libra en otro escenario una batalla personal contra el peso de su máscara.
“Más que sobre el final de una carrera es una reflexión acerca del conflicto con la máscara, el darle tanto tiempo a ella y sacrificar parte de tu vida, Nestor se empapó muy bien de lo que significa estar con la máscara y sin ella”, comparte el plateado respecto a la obra “El Hijo del Santo sin máscara”, en la que comparte escena con el actor Nestor Rudolfo.
“No soy actor”, acepta el esteta, “pero lo hago con respeto, ensayo y escucho las indicaciones. Si hago teatro lo hago entregado a ese papel, si lucho, es lo mismo”.
El escenario es íntimo, con no más de 30 personas como público, “es mi santuario y los invito a ver cómo me quito la máscara. Es mi refugio, donde me interno para llorar, escribir y reflexionar sobre lo que hace El Hijo del Santo dentro y fuera del personaje”.
Lo califica como un mayor compromiso al que enfrenta en el ring, “porque somos dos personajes en un diálogo de 15 minutos en el que estás muy cerca del público, es un reto porque siempre había tenido ganas de hacer teatro. Estoy en una etapa de descubrimiento, dándome cuenta que no todo es la lucha libre, no descarto regresar al ring, quizá después de esta temporada de teatro, estoy esperando a que mi hijo de anime para encaminarlo e irme de la lucha libre”.
LUCHA EN CORTO
La cita para ver cómo se quita la máscara el plateado es en “Teatro en corto”, ubicado en Yosemite 40, colonia Nápoles. De jueves a domingo, a partir de las 8 de la noche.