Richard Branson, de azafata por una apuesta
El dueño de la aerolínea Virgin Atlantic Airways tuvo que vestirse de mujer, al patrocinar uno de los peores equipos de la F1 de la temporada pasada
Richard Branson es uno de los magnates de origen inglés más conocidos en todo el mundo, no sólo por el éxito de su consorcio denominado Virgin Group, sino también porque es un hombre que se caracteriza por ser protagonista de diversas excentricidades.
Branson es precisamente el dueño de la compañía aérea Virgin Atlantic Airways, la misma que en los últimos meses se ha convertido en noticia, luego de que se diera a conocer que están haciendo pruebas para realizar, en un futuro próximo, los primeros vuelos inter espaciales turísticos.
Branson tuvo que hacer una pequeña pausa en dicho proyecto, ya que como buen caballero, se dio a la tarea de cumplir con una apuesta que había hecho hace un tiempo con su amigo y a la vez competidor, Tony Fernandes, dueño de la aerolínea Air Asia.
Elmundo.es explica que el año pasado, Virgin Atlantic Airways patrocinó a la escudería Marussia, dentro de la Fórmula Uno; mientras que Air Asia hizo lo propio con el equipo Lotus. En ese tiempo, ambos empresarios se comprometieron a vestirse de mujer si su escuadra era la peor del campeonato.
El perdedor de esta apuesta resultó ser Richard Branson, a quien no le quedó de otra más que cumplir con su palabra. El inglés tuvo que depilarse las piernas con cera y enfundarse en el traje de azafata utilizado en Air Asia y desempeñar esta labor en dicho vuelo.
Además, Virgin Group donó 77 euros por cada asiento vendido en el vuelo en que Richard fue aeromoza a la Fundación de Niños Starlight, en Australia, así como el 10 por ciento del total de las ventas realizadas durante el viaje.