El legado de Ramírez Vázquez al deporte
A este hombre no sólo se le conoce por ser el padre de la arquitectura moderna en México, sino también por su influencia en el deporte nacional e internacional
El destino así lo quiso, justo el día que don Pedro Ramírez Vázquez celebraba su cumpleaños número 94, abandonó esta vida terrenal para unirse al mundo de los inmortales….
El gran arquitecto de México falleció en la tarde del día martes 16 de abril de causas naturales, según indicó su familia, en un hospital al Sur de la Ciudad de México, cerrándose así un ciclo en la historia de la arquitectura de nuestro país.
El egresado de la Facultad de Arquitectura de la UNAM realizó magnos proyectos, no sólo en territorio nacional, sino en diversas partes del mundo, destacando el Museo Nacional de Antropología y la Basílica de Guadalupe, aquí en el D.F., así como la Casa Presidencial de Costa Rica y el Museo de las Culturas Negras en Dakar, Senegal.
Además de la arquitectura, Ramírez Vázquez tenía otra gran pasión y esa era el futbol. Fue un fiel seguidor de Pumas, hecho que despertó en él la inquietud de estar cerca del deporte mexicano.
Es así como de 1962 a 1970 participó activamente en la realización de las Olimpiadas del 1968 y del Mundial de 1970, eventos celebrados en nuestro país.
De acuerdo a obrasweb.mx, fungió como presidente del Comité Organizador de los Juegos Olímpicos, lo cual implicó encargarse de toda la logística de este certamen, además de diseñar y trabajar en la imagen visual de este magno evento deportivo.
Es entonces que para la Olimpiada, se dio a la tarea de construir dos estadios monumentales de futbol, el Estadio Azteca, el más emblemático de México y quizá, uno de los más reconocidos en todo el mundo, y el estadio Cuauhtémoc. Tanto el “Coloso de Santa Úrsula” como el “Coloso de las Maravillas” fungieron como sedes de las Olimpiadas y del Mundial, no sólo de 1970, sino también de 1986.
Gracias a la labor ejercida en pro del Olimpismo Internacional, Pedro Ramírez Vázquez fue nombrado miembro del Comité Olímpico Internacional (COI); lo cual le permitió ser uno de los diseñadores del edificio y pabellón principal de esta institución deportiva, así como del Museo Olímpico, ambos localizados en Lausana, Suiza.
Por todo su trabajo y a manera de reconocimiento, en 2003, la Confederación Deportiva Mexicana (CODEME) ingresó su nombre el Salón de la Fama.