La estación Guerrero es el cuadrilátero
Batalla en el subterráneo
Los ídolos de la lucha libre se aliaron a los usuarios del Metro en su duelo contra el estrés y la prisa
(Foto: Gabriel Cruz, El Gráfico)
¿Quién no soñó alguna vez con ponerse la máscara y las botas de El Santo, aplicar la llave de a caballo y saltar en tope directo sobre Blue Demon? Ya es posible, al menos virtualmente, en la estación Guerrero del Metro.
Una mágica vitrina al estilo de las películas de El Santo lo hace posible. Basta pararse frente a ella para convertirse en el plateado, dejar de ser un simple mortal y mutar en el ídolo inmortal de la mágica cultura mexicana.
La prisa y el estrés se toparán ahora con un mural dedicado a la leyenda de plata, figura imbatible a la que los cansados usuarios podrán implorarle la fuerza para alcanzar la quincena sin morir en el intento: Una palanca al fastidio, una pasada al malhumor o un lazo al cuello, serán la receta.
El verdugo de la máscara de Black Shadow no está solo. Decenas de estrellas del pancracio que forjaron los costalazos han poblado los pasillos de la emblemática estación, situada en el corazón de una colonia que históricamente han habitado infinidad de héroes de carne y hueso.
Así que si no se agarra la energía necesaria con el plateado. La mítica plancha de Mil Máscaras, un candado perfecto de El Rayo de Jalisco o un puente olímpico de Black Shadow serán la siguiente opción al trepar una de las escaleras.
Ya entrados en maromas, unas patadas en cascada de Huracán Ramírez o la ferocidad de Ray Mendoza y El Perro Aguayo no pasarán desapercibidas para los golpeados humores citadinos, que arrastran su fatiga en la esquina contraria.
Más allá, antes de transbordar rumbo a Ciudad Azteca, Blue Demon somete con un cangrejo a la indiferencia urbana como preámbulo para entrar al cuadrilátero imaginario en el que los máximos ídolos resguardan cada una de las esquinas.
Así inicia la batalla en el subterráneo, que miles de personas atestiguan a diario por los pasillos de la estación Guerrero.