A su manera
Árbitro mexicano también es dentista y cantante
Entrevista con Fernando Guerrero, quien es árbitro, dentista, extrovertido, polémico y cantante; desde el domingo pitará en la India, donde espera plasmar su sello: ser auténtico
(Foto: Archivo El Gráfico)
El árbitro Fernando Guerrero Ramírez, cuya otra pasión es cantar en reuniones familiares y de amigos, no lo piensa dos veces. Si hay un tema con el que le gustaría musicalizar su vida ése es A mi manera, porque así se ha conducido en las canchas de futbol.
“He dejado mi esencia en el terreno de juego, debes ser tú mismo, ser auténtico para trascender”, relata uno de los hombres de negro más constantes en el balompié nacional.
Y desde este domingo buscará imprimir su sello en un futbol lejano, el de la India, donde estará 20 días luego de recibir la invitación de la liga de aquel país para pitar algunos partidos.
“Me siento motivado, estoy capacitado para enfrentar este nuevo reto en mi carrera”, revela emocionado el silbante.
“Es una gran oportunidad de vida, voy a conocer otra cultura, otro estilo de jugar y disfrutar el futbol”, abunda.
AFICIONADO AL CANTO
Apodado El Cantante, Fernando afirma ser “extrovertido afuera del césped y adentro igual. Hablo mucho con los jugadores, ellos me aceptan en esa situación de diálogo; es mi sello, pero cuando tengo que aplicar la regla de juego, lo hago”.
Se define “como una persona a la que le gusta estar ante el público, cantar y sonreírle a la cámara”.
De ahí que desde que tenía 12 años, cuando dirigió sus primeros partidos, jamás le incomodó impartir justicia sobre el lienzo verde bajo la mirada y la cólera de cientos de aficionados en contra.
La controversia es parte de su vida. Sus decisiones en los clásicos entre América y Chivas lo han marcado como un nazareno que a veces “canta” para un mismo lado. Mas él descarta que haya favoritismos de su parte.
“No existen equipos chicos ni grandes. Uno debe ser imparcial”, comenta. Tampoco “hay persecución contra ningún jugador. Yo he expulsado a varios; en el momento se molestan, pero fuera del terreno de juego nos saludamos porque saben que en lo personal no hay nada en contra de ellos”.
Despojado del silbato, Fernando Guerrero luce un semblante amable y deja fluir su lado más humano.
Comparte que su gran ejemplo en el arbitraje fue su papá, del mismo nombre.
“Mi maestro fue mi padre. Si yo estoy en esto es por él, porque fue árbitro profesional; llegó hasta Segunda División y yo siempre viví con esa cultura del arbitraje. Él es mi modelo a seguir”, relata.
“Posteriormente ya veía a Arturo Brizio, Edgardo Codesal, a Gilberto Alcalá y a muchos otros grandes árbitros. Vas sacando cositas de ellos, un día las aplicas y ves que te dan resultados”.
“PENSÉ QUE NO SERVÍA”
Guerrero también recuerda el día que sintió que no servía para arbitrar.
“A mí me marcó una dificultad en un partido entre América y Chivas Álamos, en Tercera División. Expulsé a dos jugadores, uno por bando; se retira el del Guadalajara, reanudo y no me percato de que el que yo expulsé del otro equipo estaba en el terreno de juego. Entonces el portero manda un pase y este jugador la recibe y se va en un mano a mano con el portero. Me di cuenta, pité y sentí que se me venía el mundo encima”.
Abunda: “Pensé que no servía para ser árbitro, pero habló conmigo el profesor Carlos González (miembro de la Comisión de Arbitraje) y me dijo que no pasaba nada, queyo tenía mucho que dar”.
Ahora ya tiene seis años pitando en Primera División, ha sido juez central en un par de finales de Liga (Monterrey-Pachuca del Clausura 2016 y Pumas-Tigres del Apertura 2015) y en otra de Concachampions entre América y Tigres. Mas no se conforma y trabaja para mejorar día con día.
“Yo grabo todos mis juegos. Trato de ver mis debilidades”, expresa. De hecho ya observó videos de la liga india para familiarizarse con los jugadores.
SU META, UN MUNDIAL
Después de colgar el silbato, El Cantante se visualiza trabajando en los medios de comunicación, a pesar de que tiene como segunda profesión la de dentista. “Ya no ejerzo porque es muy demandante ser árbitro; no te da tiempo de tener una consulta privada”.
Entre sus metas está volver a dirigir una final en el Máximo Circuito e ir al Mundial de 2018.