Bears se quedan en el centro de Chicago Presentan proyecto de nuevo estadio

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Con una inversión de 4.6 mil millones de dólares, a ejecutarse en tres etapas, la ciudad de Chicago y su equipo de futbol americano, los Bears, anunciaron un proyecto para construir un nuevo estadio a unos pasos del actual, en una zona junto al Lago Michigan conocida como Museum Campus.

Sólo unas horas antes de que inicie el Draft de la NFL, cuya primera selección le pertenece a Chicago, Kevin Waren, presidente de los Bears, encabezó una conferencia de prensa desde uno de los salones de su actual casa, el estadio Soldier Field, para detallar el plan de renovación que tendrá como “joya de la corona” un nuevo domo, con capacidad para recibir a 77,000 asistentes sentados.

Se tratará de un estadio de propiedad pública, integrado con la tecnología más avanzada para el disfrute de espectáculos masivos, que se integrará a una nueva oferta de espacios verdes y abiertos a la orilla del lago para el aprovechamiento de las comunidades locales.

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El proyecto del nuevo estadio de Bears fue realizado por la misma compañía que diseñó el Allegiant Stadium de Las Vegas Raiders, Manica Architecture, compañía de Kansas City responsable también de la arena de los Golden State Warriors de la NBA y de la casa del Inter Miami CF de la MLS.

El primer objetivo del nuevo domo de los Bears será albergar un Super Bowl e incluso, durante su presentación, se especuló sobre la posibilidad de hacer de Chicago una sede olímpica una vez que el estadio esté disponible.

Algunos aspectos del plan se filtraron a medio locales desde el lunes pasado, quienes difundieron que fuentes cercanas al proyecto sabían que el erario habría de financiar 40% del proyecto con impuestos de la gente de Chicago, lo que molestó a los contribuyentes.

Sin embargo, hoy durante la presentación del rénder en el Soldier Field se aseguró que la mayor parte del financiamiento de la construcción del proyecto estará a cargo de la familia McCaskey, propietaria de los Bears, quienes con este plan abandonan la mudanza del equipo fundacional de la NFL a Arlington Hights, suburbio de Chicago a 40 minutos por carretera.

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