Dragones, la familia de Cuernavaca que se niega a dejar el basquetbol

Por más de cuatro generaciones, el equipo de basquetbol Dragones de la colonia Lagunilla, se ha mantenido en la actividad, desarrollo, crecimiento y formación del deporte del basquetbol, como uno de los emblemas representativos de la propia colonia de Cuernavaca.

Cuatro generaciones durante las cuales, la familia Abarca, se niega a perder y dejar la herencia de los jugadores fundadores del basquetbol del llano, en las canchas anexas al campo deportivo de futbol, para brindar otra opción a niños y jóvenes, interesados en conocer y practicar otras ramas.

“Desde que se fundó la colonia, muchos miembros de la familia Abarca, luchamos y pugnamos ante las autoridades, para tener una cancha de basquetbol. Teníamos que venir al Revo o al mercado López Mateos, que era lo más cercano que teníamos, para poder jugar, incluso, el primer equipo de Dragones de la Lagunilla, en donde jugaron nuestros padres, tíos y primos, participamos en la Liga Municipal y en la de veteranos”, explicó Juan Manuel Abarca, integrante de los Dragones, en segunda generación.

Como todos los equipos, hubo años de gloria, otros solamente de participación, “pero siempre, dispuestos a jugar y pelear en la cancha por las victorias, hasta que llegó una tercera generación, la cual ya combinaba juventud con experiencia y entonces sí, armamos nuestra mejor versión, con muchos sobrinos y familiares, hasta amigos invitados, universitarios, quienes le dieron realce en lo deportivo a los Dragones de la Lagunilla, agregó.

A Dragones, lo integran actualmente la cuarta generación de familiares, “quienes siempre recordamos y honramos la memoria de padres y de tíos, a quienes debemos agradecerles esa entereza que tuvieron, para construir primero las canchas al aire libre, posteriormente, junto al mercado municipal”.