El Hijo de Mano Negra sueña con su debut en la Arena México

Alcanzar el debut en la lucha libre a los 23 años luce como una desventaja, pero portar una máscara legendaria como la de Mano Negra es suficiente medicina para enfrentar cualquier inconveniente.

El cuadrilátero de la Arena Coliseo de Guadalajara ya conoció el talento del Hijo de Mano Negra, quien mira de reojo el mítico enlonado de la Arena México de cara a su ansiado estreno.

Tras la enigmática capucha se descubre a un joven lleno de sueños, ligado al original portador del guante negro. “Es una oportunidad que se da por la confianza que tiene mi padrino Mano Negra, con él viví parte de mi vida y lo considero un padre”.

Siete años de preparación, con Arturo Beristain y Virus, son buenas credenciales para el novato. “Me siento contento de ser el continuador y el heredero del guante negro. Esta máscara es parte de mi vida diaria, al portarla me siento con el poder de hacer que su historia crezca aún más”.

Don Jesús Reza fue claro al entregarle la estafeta. “Me pidió disciplina, constancia y respeto a todo lo que representa la lucha libre. Algo importante fue no dejar los estudios”.

Estudia ingeniera pero en realidad desea graduarse como gladiador. “Hace unos años estuvo Mano Negra Jr. Él es hijo biológico pero no eligió a la lucha como su prioridad. Sé que debo forjar mi propia historia, con la responsabilidad de ganarme la oportunidad de enfrentar a las estrellas”.

En su mente no hay un rival en particular, pero acepta que tarde o temprano tendrá que saldar viejas afrentas. “Es natural. Tendrán que renacer las rivalidades que los luchadores originales tuvieron, pero hay que esperar, no tengo prisa”.

Lo cierto es que el camino es largo, y en él se han perdido muchos sueños. “La claves es no quedarse en la zona de confort. Ser un luchador que innova todo el tiempo sobre el cuadrilátero. Soy una luchador a ras de lona, con cualidades aéreas y listo para la lucha recia”.