Rudo de acariciar
El luchador Dulce Gardenia no le teme a las comparaciones con exóticos del pasado
Confía en su talento para quedarse mucho tiempo en el CMLL
Foto: Archivo El Gráfico
Hay sueños en la lucha libre profesional que pocos gladiadores pueden cumplir. Pisar la Arena Coliseo es uno de ellos y el exótico Dulce Gardenia ya lo cumplió.
Originario de Gómez Palacio, Durango, el reto le costó casi ocho años de arduos entrenamientos y seis de azotarse profesionalmente. “El público se me entregó y lo hice de la misma forma, ha sido una gran experiencia en mi carrera como luchador”.
DERRIBAR MUROS. Sin embargo, el alumno del Último Guerrero sabe que la aventura coliseína apenas inicia y que enfrente tendrá muchos obstáculos por vencer.
“Es natural, porque mis rivales pensarán que les voy a quitar un lugar. Los golpes estarán al por mayor, pero todo esto vale la pena con tal de estar en la empresa”, advirtió.
Ciudad Juárez lo estrenó en los costalazos de paga en abril del 2012, pero no fue un camino fácil. Hasta allí llegó después de ser aleccionado y corregido por maestros como Caín, Águila Roja, Cóndor de Oro, Gran Markus y Halcón Suriano.
Como es natural, su ímpetu corresponde con su juventud: “Vengo con todas las ganas y fuerza para enfrentarme al que sea. Soy un exótico distinto, con un carisma especial. Mi sueño era entrar a una empresa y ya soy parte del CMLL, así que no lo voy a echar a perder”, prometió .
Verdugo de las cabelleras del Gran Jefe IV y Desafío, en su natal Gómez, Palacio, el científico sabe que las comparaciones serán implacables,
“Sé que han habido exóticos de gran prestigio en la lucha libre mexicana. En el CMLL, Máximo dejó una huella muy importante, pero no me da miedo ser comparado, vengo con una preparación muy fuerte atrás y listo para lo que llegue en el cuadrilátero”, finalizó.