Viene a la baja
Giovani Dos Santos llegó al América devaluado en un 85 por ciento
Hubo un tiempo en que a Gio lo veían como sucesor de Ronaldinho, pero al América llega con su carta más devaluada
Foto: Archivo El Gráfico
De tocar el cielo a jugar en el América. De tener un valor de casi 15 millones de dólares a sólo 2. De ser una de las grandes promesas a ser rescatado por la Liga Mx.
"Físicamente está agarrando un buen nivel pero futbolísticamente aún no hace nada...Hay que ponerlo bien a tono", ya advirtió Miguel Herrera.
La carrera de Giovani Dos Santos, no se puede negar, se ha devaluado tanto como su precio...
Se fue muy joven de México, para formarse en el Barcelona donde pintaba para algo grande, muchos decían que sería el nuevo Ronaldinho y junto a Carlos Vela, la punta de lanza de la generación que sacaría a la Selección Mexicana del hoyo... Pero no fue así.
Salió del Barcelona porque nunca dio el estirón y se vino abajo. Luego se fue a Inglaterra, a Turquía, regresó a España. Hasta que brincó el oceáno Atlántico para recalar en los Estados Unidos, con el Galaxy angelino. Y finalmente regresó a donde todo comenzó: México, pero ya no como promesa, sino como jugador a rescatar.
Y eso se reflejó en su cotización. Según las cifras que maneja el sitio especializado Transfermarket, Gio se ha devaluado en un 85 por ciento del punto más alto en el que en algún momento fue considerado.
Barcelona le aguantó hasta el 2008, año en el que se cotizó en 7 millones. Su bajo nivel hizo que el precio cayera en paralelo con el cambio de clubes: Tottenham e Ipswich Town en Inglaterra, Galatasaray en Turquía y Racing de Santander en España.
Su valor bajó hasta 4 millones.
Vino el repunte en el 2012 cuando pasó al Mallorca y el Villarreal, llegó a costar 14 mdd. Estaba de vuelta. Pero duró muy poco.
Gio se fue por un gran sueldo a la MLS, al Galaxy, mas sus bonos bajaron a 8.6, y la caída no se detuvo allí.
Fue despedido hace seis meses, se devaluó en 3.5 y ahora que firma con el América su precio está en 2.2 millones de billetes verdes. ¿Hasta donde caerá? Sólo el tiempo lo dirá.