Jaidy Gutiérrez pasó de ser “todóloga” a atajapenales

“¡¡¡Jaidy, Jaidy, Jaidy!!!”. El vestuario retumba... Jaidy Gutiérrez atajó dos penales en la definición ante Ghana y sus compañeras la ovacionan. Lo hacen bien, pues es en buena parte responsable de la clasificación de México por primera vez a las semifinales de un Mundial sub-17.

“Para mí es un honor haber parado esos penales y hacer historia con mi selección... ¡No sé qué más decir!”, afirma tímidamente en los pasillos del estadio Charrúa, sin botines, pero enfundada todavía en el buzo del partido.

Lo más divertido es que, como confiesa la mismísima Jaidy: “Hasta los 11 años era todóloga: Jugaba de todo lo que me pusieran, más que nada de contención o defensa en un equipo de hombres. Un día faltó el portero y como no tengo miedo a nada, me fui al arco”.

A Jaidy le cuesta soltarse. Incluso cuando se la consulta sobre cuál es su técnica para atajar penales. “Hay algo de suerte, pero también un par de secretos”, reconoce.

“Yo miro dos cosas: La posición del cuerpo, cómo se paran y la vista”, se anima. “Una vez que patean, no pierdo de vista la pelota”, completa la 1, que durante fase de grupos recibió un solo gol.

“Para mí Jaidy es la solidez de mi equipo, la que ordena y la que sale jugando”, explica su entrenadora Mónica Vergara. “Antes de la definición sólo le dije que era la mejor atajapenales que teníamos y que confiara en ella”.

Gutiérrez no tiene problemas en reconocerlo: “Siempre creímos en nosotros, en el trabajo de Mónica y en este proceso de tres años. Este Mundial puede ser nuestro".