Tigres salió más fiera, es Campeón del Clausura 2019

Salve Ricardo Ferretti, el mejor técnico de le are moderna en México. Salve Tigres. 

Tigres ganó su séptima, Tuca ganó su séptimo campeonato.  Amalgama perfecta entre un técnico que necesitaba un espacio para levantar su imperio, para ejercer su mandato, y una institución a la que le hacía falta un tirano para dejarse llevar.

Muy a su estilo, muy a lo suyo. Marcador: 0-0 en la vuelta, global 1-0. Espectáculo por los suelos, aquí solo vale ganar.

Así es el Tigres del “Tuca”.

La serie por el título del Clausura 2019 se escribió en Monterrey, se firmó en León bajo una misma cláusula, mucho esfuerzo poco futbol. El super líder León encontró la  horma de su zapato, a un equipo al que no le pudo ganar durante todo el semestre, en el torneo regular igualaron a dos, en la ida perdieron 1-0 y en la vuelta igualaron sin goles.

Poco que hacer para los de Ignacio Ambriz, que llegaron a la baja en Liguilla, con su goleador con la pólvora mojada, con sui revelación en Polonia y con un plantel corto que no dio para más. Digno finalista pero nada más.

Tigres a lo suyo, con un equipo que se hace viejo pero que es correoso, con un portero que es el alma, una defensa que es su soporte, un medio campo que son sus venas y un goleador en picada pero que apareció en el momento justo.

Salve Ferretti, quien igualó a Ignacio Trelles como máximo ganador de títulos de Liga. Salve Tigres, salve la “U”.

Aunque el espectáculo sea el sacrificado.

Todo el mundo lo sabía, hasta el señor que vendía las nieves en el estadio, Ricardo Ferretti iba a salir a defender la ventaja conseguida en el Volcán; el” Tuca”, muy a su estilo y sapiencia iba a cuidar el marcador, quién debía preocuparse y desgastarse, era el León. 

Ignacio Ambriz, por esa razón, trató de dar la sorpresa al ingresar a Yairo Moreno por Jean Meneses, cambio que al contrario de acrecentar la virtud ofensiva, la disminuyó, porque después de los cinco minutos de agobio, donde se olió peligro en la cabaña de Nahuel Guzmán, todo se jugó como a Ferretti le gusta y manda.

Tenía el León la pelota, la maquinaria defensiva comenzaba a funcionar, desgastando al mismo Javier Aquino que actuaba como quinto defensa; en el centro del campo Rafael Carioca y Guido Pizarro se encargaban de “atender” a Luis Montes y arriba Rubens Samueza era maltratado por Francisco Meza y Hugo Ayala.

El problema estaba resuelto y más cuando Ángel Mena a los 34 minutos, salió llorando del campo. Una lesión en la pierna izquierda terminó con el “mejor” goleador del torneo.

Los problemas comenzaron para Tigres en el segundo tiempo, cuando Javier Aquino salió del campo y en su lugar entró Jesús Dueñas. El volante reforzó el centro del campo, pero abrió un hueco por la derecha que León aprovechó para por fin preocupar de algo a Guzmán.

Fueron los mejores minutos de León y hasta Andrés Mosquera en un remate mandó el balón al poste. 

Tigres comenzó a “bailar” a León, a mover al balón a su voluntad, hasta que extrañamente Ferretti mismo se lo complicó. Entró Carlos Salcedo a formar línea de cinco y fue ahí cuando León tuvo las dos oportunidades más claras, pero en ambas Guzmán salvó con grandes atajadas.

Y el estadio de León se silenció. Con diez hombres por la expulsión de Andrés Mosquera ya poco se podía hacer. Las derrotas honrosas pronto se olvidan, sólo quedan los ganadores. Tigres manda en el futbol mexicano.