La muerte siempre es un tema fuerte, doloroso, impactante y de mucho miedo para la sociedad, diversos investigadores de las Otras Realidades, así como distintas filosofías a nivel mundial refieren que “la muerte no existe”, que sólo es un paso natural y obligado de todo ser vivo, para seguir avanzando en nuestra infinita evolución.
Los estudiosos de esta materia afirman que es la última gran frontera del conocimiento de nuestra civilización, el saber qué sucede cuando una persona deja de respirar y su corazón de latir. ¿A dónde vamos? ¿Qué sucede con nuestro espíritu?
Para el investigador Brian Weiss, autor de la “terapia de vidas pasadas”, afirma que existen pruebas científicas de que la reencarnación existe. “Nunca morimos, nuestra alma es inmortal y la muerte es sólo un paso entre una lección de vida y otra”. Weiss ha comprobado la capacidad que presentan algunas personas de hablar distintas lenguas que no han estudiado o escuchado, así como la aportación de datos muy concretos de otras vidas que se han podido corroborar.
Las personas que se someten a estas regresiones para resolver diversos conflictos y traumas, también la utilizan para evolucionar descubriendo sus errores y aciertos que han tenido en vidas pasadas, así como las lecciones a las que se han enfrentado.
(Foto: Archivo El Gráfico)
POR TELÉFONO. Diversos investigadores refieren que a través de celulares, tabletas o computadoras se puede lograr la comunicación con nuestros fallecidos, hay quienes afirman que a través de ellos se pueden recibir mensajes bien estructurados, ya sea en audio o texto, incluso a través del WhatsApp han recibido mensajes del más allá. El padre francés, Francois Brune, investigador más destacado sobre la Transcomunicación Instrumental (TCI) en el mundo, relata en su libro la experiencia de personas que han recibido una llamada telefónica de algún conocido que ha muerto, pero que justamente en la hora y el minuto que falleció, que por lo regular es para encargar a los hijos o agradecer los favores recibidos. El padre Brune menciona que después de que “una persona muere entra en un nuevo mundo donde todo es amor, paz y alegría”. “La iglesia católica no tiene una posición firme con respecto a la comunicación con los muertos”, dice.
El matrimonio Maryvonne e Yvon Dray están convencidos de que con la Transcomunicación Instrumental se logra recibir mensajes bien estructurados e inteligentes del más allá, que tranquiliza a los que desean saber algo de sus seres queridos y el mensaje siempre ha sido “estoy bien”.
Qué mejor ejemplo que el de su hija Karine, quien falleció en 1995 y con quien mantienen una comunicación a través de un micrófono y una grabadora de audio. Estos investigadores franceses coinciden en que “la TCI es la técnica electrónica de comunicación con los muertos por excelencia y se realiza dentro de principios de la moral y la ética que nos hacen comprender el sentido de la vida”.
La tecnología nos permite entrar en comunicación con nuestros seres queridos y aportarnos pruebas irrefutables de la sobrevivencia, y a través de sus mensajes “ellos viven en otra dimensión y que la muerte no existe”.
El más allá
Lo único seguro que tenemos en esta vida es la muerte y eso nadie lo puede poner en tela de juicio, es un tema que causa mucho miedo entre la sociedad y la mayoría no desea hablar de eso.
Hace unos días los empresarios del ramo de servicios funerarios en México afirmaban que entre la sociedad existe la idea de que si adquieren un paquete funerario están llamando a la muerte, algo increíble para los tiempos en los que vivimos.
(Foto: Archivo El Gráfico)
Realmente hay un gran misterio en este tema. La madre de la Tanatología, Elizabeth Kübler-Ross, publicó en sus diversos libros las experiencias por las que pasaban sus pacientes que estaban a punto de morir: “Muchos enfermos me han dicho que de repente se sorprendían a sí mismos flotando en el aire, sobre su propio cuerpo, cerca del techo de la habitación” y hacía referencia al más allá “es una forma de existencia.
Es energía psíquica en estado puro. Es amor, y en esa comunión de amor, en posesión del conocimiento pleno, viven las almas, los espíritus, aunque en cierto modo sigan conservando una especie de personalidad propia”. Lo más interesante de sus investigaciones era lo que esos espíritus podían hacer en ese lugar “quienes siempre quisieron componer una gran sinfonía lo harán allí. Quienes se quedaron con las ganas de comer caviar y beber champán todos los días, allí lo tendrán y quienes anhelaban ser sabios, por fin lo serán”.
El ser humano le tiene miedo a lo que no conoce, a lo nuevo, en este caso la experiencia de la muerte siempre se ha relacionado con algo malo, pero debemos preguntarnos ¿realmente esto es así? La mayoría de los investigadores afirman que “en el más allá, la vida es mejor”, desde luego, ninguno de ellos ha regresado de ese sitio para contarnos cómo son las cosas, eso lo sabremos hasta que nos llegue el momento.
(Foto: Archivo El Gráfico)