Esperando el fin del mundo
(Foto: Archivo El Gráfico)
Una noticia llegada desde Colombia sorprendió en esta semana: una treintena de personas se encerró en una casa a esperar el fin del mundo.
Ha ocurrido en el estado de El Atlántico, donde este grupo de individuos se confinó porque, según ellos, el fin del mundo iba a llegar el pasado jueves, 28 de enero de 2021.
Los distintos medios de comunicación de aquel país, informaron que los adultos creyentes en esta profecía también han llevado junto a ellos algunos menores de edad y se han encerrado en una casa del municipio de Sabanalarga, esperando el apocalipsis y, según medios como El Universo, podrían estar practicando un ayuno prolongado, ante el inminente fin de los tiempos.
Gabriel Alberto Ferrer, antiguo profesor universitario, es el supuesto líder religioso que, a comienzos de año, dejó atrás su plaza en la universidad y toda su vida porque había recibido, según él, un mensaje de Dios.
Este grupo religioso, denominado ‘Berea’, estaba integrado por personas que, como el líder, habían abandonado su vida e incluso podrían haber vendido sus propiedades, todo por la profecía anunciada
“Ya está a punto de manifestarse el poder de la resurrección de Cristo en los que murieron creyendo en él, y se manifestará la vida eterna”.
En la puerta de la casa en la que esperaban la llegada del fin del mundo, habían colocado un marcador con una cuenta regresiva en la que iban contando los días que faltaban para, según ellos, “la iglesia santa entre a la ciudad nueva de Jerusalén”.
Ante este movimiento, la policía colombiana ha llegado a temer lo peor: un suicidio colectivo, como ocurrió anteriormente con sonados casos como la secta Templo de los Pueblos, que acabó con la vida de más de 900 personas; la Orden del Templo Solar, que provocó, al menos, 74 muertes; o Heaven’s Gate, con un saldo de 39 muertes en suicidio colectivo provocado por creencias religiosas.
A pesar de todo, miembros del grupo confinado, han asegurado a medios de comunicación como ‘El Heraldo’: “Quitarse la vida iría en contra de sus principios religiosos, que el anuncio se trata de una promesa de resurrección que verán cumplida este jueves”.
Las autoridades colombianas se encuentran investigando el suceso que, por muy extraño que parezca, suele ocurrir, especialmente cuando la actual pandemia ha provocado una crisis económica, sanitaria, religiosa y social sin precedentes.
Tengamos en cuenta que las personas que abandonan su vida, sus trabajos y sus propiedades, siguiendo a un líder que asegura estar en contacto con la divinidad, cree ciegamente en sus enseñanzas y cumplirán cualquier orden que éste les pida, de ahí el miedo a que puedan suceder tragedias como las que hemos enumerado anteriormente.
La Iglesia católica en Colombia también se ha manifestado sobre lo sucedido, asegurando que “van en sentido contrario a las Sagradas Escrituras” y que Gabriel Alberto Ferrer está creando falsas expectativas.
