Experto recibe invitación alienígena de Júpiter
(Foto: Archivo El Gráfico)
Con 45 años de vivir una experiencia de contacto con extraterrestres, Sixto Paz Wells, considerado una “leyenda viva” del tema a nivel mundial, viaja por diversos países difundiendo los mensajes que le proporcionan, así como las investigaciones que va realizando para corroborar la información de los seres de las estrellas. Un caso increíble.
Sixto Paz afirma haber sido invitado en varias ocasiones a la ciudad alienígena de Morlen, ubicada en la luna más grande de Júpiter, Ganímedes. En diez ocasiones ha invitado a la prensa internacional a ser testigo de la presencia de seres de otros mundos en España, Estados Unidos, República Dominicana, México, pero sobre todo en el desierto de Chilca, Perú. Un caso extraordinario que reconocidos investigadores, como Juan José Benítez, autor de la saga de Caballo de Troya, le dio seguimiento y a la fecha da su testimonio de lo vivido en septiembre de 1974, en compañía de Sixto y el grupo Rama en ese desierto. “Fueron los primeros ovnis que vi en mi vida, fue el 7 de septiembre. Vi dos objetos no identificados, muy bajos, a una distancia de unos 100 metros, eran muy luminosos y se aparecieron en completo silencio. Estábamos 7 u 8 personas en el desierto de Chilca, nunca pude darle una explicación. He recorrido el lugar, en aquella época no había había poblaciones, ni carreteras siquiera”. Al cuestionarlo sobre la trascendencia de estas experiencia, nos afirmó que “son importantes siempre y cuando haya la posibilidad de constatarlas, tanto por testigos, como por la prensa, y desde luego, por gente capacitada para explicar lo sucedido”, afirmó el reconocido escritor español.
Era la década de los 70, cuando estaban muy en voga las historias de contactos en todo el mundo, en México se hablaba de Salvador Villanueva, Marla, Karenka, Enrique Mercado, entre muchos otros, que con sus testimonios lograron crear en la sociedad un interés muy importante por las historias de seres ajenos a la Tierra.
La historia de Sixto inicia al recibir por primera vez el 22 de enero de 1974 información vía telepática y de escritura psicográfica de supuestas inteligencias que le hablaban de un proceso especial que llevaría a la humanidad a una gran transformación espiritual, influenciando positivamente al cosmos.
(Foto: Archivo El Gráfico)
EL MENSAJE ESPERADO. El pasado dos de diciembre, en La Rumorosa, Tecate, Baja California, Sixto recibió un mensaje que es una invitación a todas las personas que les gusta este gran tema: "La hermandad blanca del universo y de la Tierra, así como el Concejo de Morlen y los 49 guías de Misión queremos pedirles que el día 22 de enero, sobre las 9:00 pm, todos los hermanos de misión procuren en lo posible, estar en sus hogares con sus familiares y amigos meditando, para canalizar una irradiación que nosotros les enviaremos. Es una suerte de mensaje y aporte solidario a vuestro esfuerzo de 45 años por mantenerse activos, despiertos y entregados al plan cósmico".
Sixto nos recalcó que “nuevamente como hace 45 años se daba un mensaje que hace especial énfasis a la familia, la unidad y la integración”.
Por su parte, altos funcionarios del Ejército de Perú reconocen el trabajo de la familia Paz Wells, así como de su padre don Carlos Paz, uno de los pioneros más importantes de la investigación ovni en Latinoamérica, ya que fue principal promotor para que se institucionalizara la investigación y estudio del fenómeno ovni con las Fuerzas Armadas. Sixto nunca ha sido ajeno a la realidad del fenómeno ovni y menos aún de las experiencias de contacto.
(Foto: Archivo El Gráfico)
Gente de otros mundos
“Apasionado, investigador y estudioso del tema Ovni”, así se identificaba José Carlos Paz García-Corrochano, considerado el padre de la investigación Ovni en Perú, y padre de los contactos con extraterrestres, Carlos, Sixto y la investigadora Ovni ya fallecida Rose Marie.
Fundador del Instituto Peruano de Relaciones Interplanetarias, Ipri, el 31 de enero de 1955, para probar que seres inteligentes de otros mundos nos visitaban. En 1977 participó en el primer Congreso Internacional del Fenómeno Ovni que se realizó en Acapulco, Guerrero.
Hace unos días llegó a mis manos el libro “…Y conocimos gente de otros mundos”, una joya de la casuística Ovni latinoamericana que fue publicado en Buenos Aires, en 1991 por Editorial Ediciones: “Mi afición científica y filosófica al estudio de la vida fuera de la Tierra, se vio recompensada a raíz de la experiencia vivida en el momento más inusitado de mi búsqueda en el pasado histórico, sobre la posible conexión en los grabados, figuras, señales y huellas cósmicas”.
(Foto: Archivo El Gráfico)
Más delante, de la primera parte introductoria de su experiencia: “Después de haber logrado exitosamente mi objetivo, me he sentido muy complacido al comprobar fehacientemente que los años consagrados a ese ideal han culminado como lo había previsto, ratificando mi convicción de que no había estado erróneamente arando en el mar, que no soy un visionario ni un alucinado, y que la indiferencia que recibía de cierto sector cultural y periodístico, sólo lograron incentivar mi seguridad absoluta de que estaba cumpliendo una elevada misión, para conmigo y toda la humanidad”.
LO CRITICABAN. Palabras que no fueron bien vistas en ese sector que lo tachaba de alucinado al pasar de investigador a vivir experiencias propias en el contactismo y menos aún que en sus hijos recayera lo más fuerte de estas experiencias. Fue un visionario, un alucinado, un valiente que siempre dijo lo que pensaba.
(Foto: Archivo El Gráfico)