Países que han investigado a los ovnis

En los últimos 70 años, Latinoamérica ha registrado diversas “oleadas ovni” que las debemos entender como el incremento en el número de avistamientos de objetos voladores anómalos en una zona determinada y que son grabados.

Lo más interesante de estas oleadas es cuando personal altamente calificado registra lecturas de estos artefactos en pantallas de radar, que se suma al reporte de pilotos aéreos confirmando la presencia de extraños objetos que no tienen ningún medio de propulsión visible como hélices, turbinas o alerones.

Objetos que son descritos en forma de esfera, plato, cilindro, rombo con una apariencia metálica que refleja la luz del sol y si es de noche, presentan una gran luminosidad en colores.

Estos ovnis no producen sonido y alcanzan velocidades extraordinarias partiendo de cero en cuestión de segundos, objetos que realizan maniobras imposibles de realizar por nuestras aeronaves convencionales.

A INVESTIGACIÓN. Cinco países de AL cuentan con una oficina para la investigación de los avistamientos ante la necesidad del gobierno por determinar si los ovnis representan un peligro para la aviación, dando como resultado que estas mismas instancias cuenten con 50% de militares y el otro porcentaje por especialistas.

En Uruguay, en 1979, se creó por instrucciones del entonces presidente Aparicio Méndez, la Comisión Receptora e Investigadora de Denuncias de Objetos Voladores No Identificados, CRIDOVNI, dependiente de la Fuerza Aérea; en Chile, en 1997, se fundó el Comité de Estudios de Fenómenos Aéreos Anómalos, CEFAA, que está supeditada a la Dirección General de Aeronáutica Civil; en Ecuador, por instrucciones del presidente Rafael Correa, ante la petición de un numeroso grupo de investigadores ovni en el 2008 se creó la Comisión Ecuatoriana para la Investigación del Fenómeno Ovni, CEIFO.

En Argentina, en 2011, se diseñó la Comisión de Estudios de Fenómenos Aeroespaciales, CEFAE, dependiente de la Fuerza Aérea y en 2014 se reabrió el Departamento de Investigación de Fenómenos Aéreos Anómalos, DIFAA a cargo de la Fuerza Aérea de Perú. Las oficinas se han creado para dar respuesta a los cientos de reportes que cada año reciben los militares sobre la presencia en el cielo de objetos voladores.

En México, una de las zonas que tiene el mayor número de reportes es la aerovía San Mateo y lleva a los aviones a aterrizar en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, donde cazaovnis han videograbado extrañas luces y objetos metálicos.

PUNTA DE LANZA. México es considerado a nivel mundial punta de lanza en la investigación y difusión del tema ovni; no cuenta con una oficina para investigar, quizá por la falta de información seria y contundente.

Llamamos a las autoridades a sensibilizarse en el tema y se den cuenta que hay documentación desclasificada por EU de estudios hechos en México desde los años 40 sobre ovnis y de lo cual desconocemos los resultados de esas investigaciones, esperemos que ahora con la apertura de los archivos del Centro de Investigación y Seguridad Nacional, Cisen, obtengamos respuestas.

Conciencia extraterrestre

Desde hace dos años, un grupo de jóvenes interesados en la investigación y difusión de los ovnis ha hecho conciencia dentro de la Sedena para sensibilizar a sus integrantes de la importancia que tienen los casos que han ocurrido en México y que han impactado en la casuística ovni a nivel mundial, por lo que nuestro país no puede quedar fuera de los esfuerzos internacionales por darle una respuesta a los objetos voladores anómalos y menos aún cuando hay evidencias contundentes de estos objetos en inmediaciones de volcanes.

El estrellamiento al norte de México, en la década de los 50, 60 y 70 de objetos caídos del cielo, e incluso la milicia estadounidense, descartó que hayan sido parte de experimentos dentro del marco de la carrera espacial, pero desde luego, no perdió la oportunidad de llevarse esos restos para estudiarlos en sus bases militares, así como el encuentro en el aire de objetos voladores con forma de disco.

En años recientes, la CIA, FBI y NSA han desclasificado documentos con incidentes ovni en México que nos dejan en claro que el Ejército norteamericano siempre ha estado interesado en ese tema, donde incluso se sabe que en la embajada estadounidense, en la Ciudad de México, contaba con un manual elaborado por la Fuerza Aérea para investigar y levantar muestras, así como los causes que tendría esa información para enviarlo con carácter de “urgente” a la Secretaría de Estado en Washington e incluso en algunos casos el embajador salía a hacer entrevistas para obtener información de los incidentes.

México debe contar con su propia oficina multidisciplinaria para investigar los cientos de casos que cada día se reportan en México; es tiempo de llegar a conclusiones e incluirnos en los esfuerzos internacionales para estudiar el fenómeno ovni.

(Foto: Archivo El Gráfico)