Cuando se trata de comer helado, nuestros antojos y deseos siempre se ven reducidos a lo que ofrece un loc al. Si no hay del que te gusta, eliges los sabores tradicionales que tienen y te olvidas del capricho.
Pero en este lugar, saciar tu paladar con un helado hecho a la medida y de los sabores que tú elijas, es un sueño hecho realidad. Con ingredientes frescos, naturales y singulares, en esta nevería crean tu helado al instante.
Su nombre es ‘Fried Ice’, y aunque esta forma de preparar helados viene de Corea, Carlos Steidle y Mario Tenorio, —dos mexicanos emprendedores quienes vieron la idea en Ixtapa, Zihuatanejo—, decidieron traerlos a nuestra ciudad.
Comenzaron hace tres años en la colonia Roma, pero los problemas por el uso de suelo los llevaron a mudarse de local. Ahora en la colonia Del Valle y con más de 80 ingredientes para combinar, sus helados mágicos devuelven a cada comensal el alma de niño que todos tenemos dentro.
TOQUE ÚNICO La emoción empieza cuando te paras frente a su barra de metal. Ahí dejas volar la creatividad al contemplar la lista de deliciosos ingredientes, que cualquiera de sus clientes puede mezclar. Aguacate, cereza, frambuesa, mango, jícama, galletas, panditas, dulces y hasta toques de licores como vodka, tequila o mezcal, pueden combinarse para preparar tu helado.
Basta con seleccionarlos, revolverlos e incorporarlos a una gran porción con base de soya y fructuosa, para que tus ingredientes se conviertan en un delicioso líquido de color brillante, que termina por caer como cascada plancha para "freír en frío".
Ahí, sobre la placa de metal —que congela en menos de un minuto a tu postre de 200 o 400 gramos, de tamaño individual—, el delicioso lago , se endurece a 40 grados bajo cero. Convirtiéndolo al instante, en un abultado ramo de flores de helado.
Espeso sin tener leche y dulce sin agregarle azúcar, del sabor original, nadie puede quejarse. Y es que todo en este lugar pasa directamente al proceso de congelación.
Por eso, de entre sus exquisitas recetas, puedes elegir el de frutos rojos.
O la nieve de pay de limón, que convierte de las suaves galletas marías, la azucarada lechera y los frescos trozos de limón, en una exquisita y cremosa selección congelada, que se derrite al rozar con tu lengua.
Pero si tu paladar prefiere algo más acaramelado, escoge el ‘Coma diabético’, que con una combinación de crema lechera, nutella, crema de cacahuate, oreo, chokis, cerezas, vainilla y queso Philadelphia, te conquista con un empalagoso pero placentero sabor, que te regresa en cada cucharada a tu infancia.