El sexo trae muchos beneficios a la salud, no sólo a los jóvenes, sino a personas de cualquier edad. Si bien la actividad sexual presenta retos a las personas de más de 60 años, no hay por qué renunciar a ésta. Seguir disfrutando del placer físico, emocional y sexual no es cuestión de edad, sino de deseo. Así que mientras el deseo continúe, se puede gozar del sexo. Claro, tener una mente abierta y un mayor entendimiento de la actividad sexual en la edad de plata, facilita las cosas. No des de baja el placer a través del sexo. Considera lo siguiente para seguir gozando de una vida sexual activa:
El obstáculo principal para disfrutar del sexo a menudo es uno mismo: la inseguridad, vergüenza del cuerpo e ideas limitantes como: ‘los adultos mayores no deben tener sexo’. Estudios confirman que, sin esperar el mismo desempeño que en los años mozos, aún se puede disfrutar del sexo.
Las claves para disfrutar a tu edad:
Tiempo. Al contrario de los jóvenes, tienes más tiempo libre, necesario para hacer el amor. Después de todo, ya no hay hijos que atender, un trabajo tan demandante, ni otras distracciones.
Adaptación. La forma de vivir la sexualidad varía de acuerdo con la edad. No esperes que el goce sexual sea como cuando tenías entre 20 y 40 años. Para disfrutar, debes adaptarte a los cambios que vienen con la edad: recurre más a las caricias sensuales, prueba diferentes posiciones y prácticas que no necesariamente involucren el coito.
Intimidad. El sexo en la edad avanzada consiste más en gozar momentos de intimidad: iluminación tenue, velas encendidas, música romántica, una cena ligera y un poco de vino. Esto contribuye a estimular la cercanía, el amor, la pasión y las caricias tiernas propias de una pareja.
Apertura. Ampliar tu concepción del sexo demanda redefinir la actividad sexual. Ábrete a la idea de que el sexo puede ser otras cosas, además del coito: cercanía física, contacto, escucharse mutuamente, sentirse bien tratado, besar, fantasear, compartir lo que te gusta del otro, intercambiar ideas sobre inquietudes sexuales.
Relajación. Darte el tiempo para los momentos íntimos es esencial, sobre todo porque, con el paso de los años, la excitación toma más tiempo. La idea que planteamos es extender la experiencia. Por ejemplo, antes de hacer el amor podrían leer juntos literatura romántica o poesía erótica. Esto facilita la conexión íntima. Darse un masaje, tocarse delicadamente o tomar un baño juntos es una excelente manera de relajarse. La relajación hace que se sientan más cómodos, seguros y en confianza para la intimidad.