En una de las calles más transitadas de la colonia Roma, existe un lugar desconocido por muchos pero en el que es indispensable sentarse a comer, por lo menos una vez.
Aquí el olor del arroz cocido acompañado con camarones dorados, surimi fresco o salmón rosado, envuelve un puesto de metal que lleva más de diez años en el mismo lugar. EbiSu-shi, como se llama el negocio de banqueta, nació después de un golpe de mala suerte, pero no comenzó precisamente como local ambulante.
Sobre una mesa con rueditas, Eduardo Cruz y su tía Angélica, cocinaban lo que aprendieron en un afamado restaurante de comida japonesa. Y es que tras un recorte de personal y luego de laborar en varios establecimientos, decidieron probar la aventura de abrir su propio lugar.
Su negocio viajaba de calle en calle sobre una mesa con cuatro llantas diminutas al que le llamaban “el carrito”. El arroz cocido previamente preparado, se servía en bandejas adornadas con camarones enroscados o envolviendo en forma de espiral, algunos cortes de pescado crudo, queso y pepino.
Las recetas son originales, fieles a una cultura occidental, pero del suculento sazón con el que preparan sus platillos y con el que conquistan a cientos de comensales, sólo el cocinero sabe.
Hoy en un puesto de acero inoxidable —que sus viejos clientes celebran—, y sobre una estrecha cocina, Angélica mezcla y saltea el teppanyaki, una combinación de arroz blanco con verduras al vapor, camarones, res o pollo, mientras Eduardo elabora, aprieta y corta rollos de sushi.
De su menú todo es fresco y se prepara al momento. Por menos de cincuenta pesos puedes elegir cualquiera de los clásicos servidos con salmón, camarón y hasta algunos cubiertos de mango. También en su carta está el “Favorito especial”, un rollo de sushi relleno de camarones empanizados, que comparte lugar con pedacitos de aguacate, queso y surimi y que queda apretadito dentro de una cubierta de arroz suave, adornada con hueva de pescado.
Si prefieres uno más generoso, escoge el “Vegas Especial”. Además de llevar camarón, aguacate y queso-crema, se capea con harina, huevo y leche y se empaniza en pocos minutos, dejando un sushi crujiente y listo para el paladar más exigente.
O puedes elegir el plato estrella de la casa: el Mini-pastel. Una adaptación mexicana del pastel de arroz japonés, que aunque no se sirve en una forma rectangular como el tradicional, se cocina dentro de un molde para pastel con ingredientes como camarón blandito que truena al morder, pasta de cangrejo preparada a mano, aguacate del día y queso-crema de toques dulces; todos revestidos bajo una cobertura de salmón, arroz al vapor y semillas de ajonjolí.
Y si te queda espacio para algo más, vete por el tempura helado o helado frito. ¡Sí frito!, un helado cubierto en una capa gruesa de pan frito, que combina las texturas calientes y crujientes con lo frío de un helado de vainilla, fresa o napolitano, bañado en jarabe de chocolate.
“Vengo desde hace tres años, yo trabajo por aquí y veía mucha gente, dicen que cuando hay gente es que está bueno. La comida es muy rica y sobre todo muy sana, yo la recomiendo” Juan Antonio Torres
“Venimos aquí mi familia y yo desde hace un par de años. Es un buen servicio, comida muy sabrosa y aunque no sé comer con palillos me encanta”. Dalia Matadanos
Visítalos de lunes a domingo de 1:00 p.m a 5:30 p.m sobre el puesto de metal ubicado en la calle Valladolid esquina Tabasco, en la colonia Roma Norte.
Huevómetro: 4 estrellas
Plato estrella: Mini Pastel: Pastel de arroz relleno de camarón, pasta de cangrejo, aguacate y queso-crema de toques dulces, cubierto de salmón y semillas de ajonjolí.
