Lo que en 1999 inició como una puntada de copas y de apoyo a un amigo con cáncer testicular en Adelaide, Australia, se ha convertido en todo un movimiento para crear conciencia, información, diagnóstico y tratamientos para hombres que padecen de esta enfermedad que, de ser detectada a tiempo, puede ser curable en el 95% de los casos.
A este movimiento se le conoce como “Movember” que es la contracción de “moustache” (bigote) y november, que es el mes del año en el que se lleva a cabo la campaña y que tiene como símbolo dejarse crecer el bigote durante todo el mes, como apoyo a quienes lo padecen y para que la gente tenga un referente más allá de los moños de colores que identifican a diferentes padecimientos.
En México, cada año se detectan 5 mil casos de cáncer testicular y el 80% de ellos se presenta en estado avanzado. Las edades más comunes son entre 15 y 35 años.
Es un cáncer que se extiende al abdomen y sube hacia los pulmones y termina siendo una muerte por cáncer pulmonar, lo que en un principio inició en los testículos.
La campaña ‘Bolas en Juego’ invita a hacerse la autoexploración, que no lleva más de un minuto ponerla en práctica.
Durante una ducha —de preferencia con agua caliente porque el escroto se suaviza más— se toman ambos testículos con las manos y se busca en ellos pequeños bultos o protuberancias que indiquen que algo no está normal.
Cualquier cambio en el tamaño o color de los testículos debe ser un indicativo de ir al médico y cerciorarnos para evitar males posteriores.
Esto concierne a todos los hombres, no importa cuál sea la preferencia sexual; todos tenemos testículos y debemos ponerle más atención a nuestro cuerpo.
Puedes recurrir a instituciones del sector salud y hacer todas las preguntas que quieras al médico. Una de las mayores causas de la expansión de esta enfermedad es: la pena. A los hombres nos da pena que nos ausculten en nuestras partes más privadas y, por eso mismo, descuidamos un poco lo más importante.
Lo mismo pasa con el cáncer de próstata y de colon. Hay que dejar atrás el pudor y hacer más conciencia sobre mantener nuestro cuerpo sano y libre de cualquier riesgo, del que somos vulnerables sólo por el hecho de ser “penosos”. La Fundación Rebecca de Alba A.C. es quizá una de las asociaciones no lucrativas que ha puesto más atención a la labor de concientización y de difusión de este mal. Cada año organizan eventos para recaudar fondos y conseguir tratamientos a más bajo costo y así poder regresar la tranquilidad a la vida de quien sufre esta enfermedad.
Los hombres jóvenes mexicanos gustan de platicar con los amigos sin dejar de sobarse los ‘huevos’. Ven la tele en shorts con las piernas abiertas y se los soban también. Cuando apuestan ponen de por medio un huevo: “Te apuesto un ‘huevo’”. Cuando imponen su criterio o su palabra lo hacen ‘por sus huevos’ y si algo cuesta trabajo o esfuerzo pues “me costó un huevo”.
Entonces, no permitamos que esta enfermedad ‘nos cueste un huevo’ y la mitad del hombre. Seamos hombrecitos y agarrémonos los ‘huevos’ para estar más tranquilos y continuar usándolos de la manera que más nos guste.
Es de hombres tener huevos.