ÉRASE UNA VEZ UN CONTRATO ETERNO...
Lupita Martínez A.
Hoy amado público le platicaré la historia, tomémoslo como un breve cuento fantástico. Érase una empresa de televisión que buscaba reestructurarse y para empezar despidió personal, cerró foros y liquidó equipos completos y eso era muy válido, así son los negocios ahora y entonces. Sin embargo, en esta reestructura, para tomar vuelo, aquellos jefes consideraron como una de las primeras acciones, que había productores que ya no deberían trabajar y había que despedirlos porque ya estaban mayores. ¡¡Fácil!! ¡¡Bingo, súper idea!!
Pero no era tan fácil, porque aunque esto sea un cuento fantástico, existían y existen leyes, y la liquidación de un trabajador que tiene más de 35 años en una empresa no es barata... Nomás calcule usted que la ley dice que son 20 días por año, más 3 meses y si el trabajador lleva más de 15 años merece su prima de antigüedad, más vacaciones, más aguinaldo y demás que le deban. Lo primero que sucedió en aquellos tiempos ya remotos fue que les cayó una demanda y creo que se escuchó decir: “Llámale, dile que siempre no y dale algo y le volvemos a dar oficina y hacemos como que no pasó nada”.
Después de esa experiencia se dieron cuenta que ese no era el camino y se pusieron a revisar contrato por contrato con ganas de decirle adiós a alguna productora… y/o productor y ¡sorpresa! encontraron, haga de cuenta, un contrato de aquí al infinito y más allá, “órale, que contratazo”, se decían unos a otros, “¿quién fue tan brillante de firmar esto?” y luego, “¿y eso cómo se liquida y qué penalización habría para el que no lo cumple?”, se preguntaban unos a otros; “mejor dile que le vamos a dar serie… o telenovela o lo que sea y le vamos dando largas”. Así pasaba en ese cuento fantástico en el que si bien no aparecieron dragones, a algunos sí se les “apareció el diablo”, porque aunque decidieron “nadar de muertito” para pasar desapercibidos ante tanto recorte, los alcanzó la tijera porque así estaba previsto, ni modo, no era un asunto personal, era un tema de negocios y de esto no se salvaban ni los “genios”. ¡¡Qué difícil después de habitar el Olimpo, perdón quise decir este lugar de trabajo, tener que buscar otro lugar o perder una mensualidad segura!! Pero esto es sólo un cuento, querido público conocedor, aunque a este cuento le quedaría bien eso que dicen que cuando un personaje siente que es más importante que el medio, ya perdió. Así dicen que pasó en este cuento cuando hubo quienes amenazaron con abandonar el Olimpo y a la mera hora los rebeldes insurrectos que protestaban por los cambios que se sucedían uno tras otro, dijeron que siempre no, que mejor se quedaban… Todo eso dicen que pasó. ¡Pura fantasía! Y el cuentacuentos #haciendoAmigos…