Cuando Lilia estudió Administración de Empresas en el Tec de Monterrey comenzó a tener claro que su vida no estaría dentro de una oficina aburrida enriqueciendo a otros con su trabajo; ella supo, desde muy joven, que quería ser emprendedora y tener un negocio propio. Sin embargo, no sabía qué tipo de empresa quería iniciar y un día, gracias a que mujeres cercanas a su vida comenzaron a tener hijos, se dio cuenta de lo caro que era dotar al nuevo bebé de todo lo necesario. Años después, esas mismas mujeres no sabían qué hacer con la enorme cantidad de artículos comprados, a precios muy altos, y que realmente habían quedado prácticamente nuevos.
Fue entonces que Lilia Parra y su mente enfocada a los negocios vieron en la crisis de sus amigas una oportunidad.
Así nació Baby Twist, que en un principio fue una página de internet para ofertar y comprar productos para bebé de segunda mano; sin embargo, pronto Lilia se vio en la necesidad de sacar el negocio del mundo virtual y contar con un espacio para exhibición.
Suena raro, dar un paso atrás de una plataforma on line (comercio digital) y volver al modelo tradicional de una tienda con áreas de exhibición de los productos.
Sin embargo, el mercado así lo requería y los conocimientos en administración y negocios que Lilia tenía le permitieron advertir que si montaba un negocio más tradicional, las ganancias iban a ser considerablemente mayores.
Entonces surgió Baby Twist Bazar como un evento que se realizaba dos veces al año en el que, con apoyo de voluntarias, Lilia ponía a consideración de futuros padres y madres productos que previamente habían sido revisados personalmente por ella.
¿Qué marca la diferencia entre lo que hace Lilia y un mercado de pulgas?; ella está convencida de que es la confianza. Sus clientes saben que ella ya revisó el producto, que conoce las normas de seguridad e higiene, incluso las internacionales, que rigen a productos como una silla de auto o una carreola. Así, las familias pueden ahorrar hasta por 20 mil pesos al equiparse para la llegada del nuevo miembro, sin sacrificar por ello ni la calidad ni la seguridad.
Para Lilia, que comenzó este negocio como un experimento hace siete años (cuando tenía 23) y ahora ya es su actividad de tiempo completo, Baby Twist ha sido también la oportunidad de acompañar a varias familias en el proceso de desarrollo de sus bebés, pues conforme crecen, los clientes vuelven para adquirir nuevos productos o, si los que habían comprado antes siguen en buen estado, volverlos a vender y recuperar algo de lo invertido.
El trabajo con las voluntarias también ha sido enriquecedor, pues algunas lo hacen sobre todo para reincorporarse paulatinamente a la actividad económica, tras haber dado a luz a su bebé; otras, por compartir experiencias con madres primerizas y unas más, por fomentar en sus familias la cultura del consumo responsable y el cuidado del medio ambiente.
AHORRO. Y es que sí, no se trata sólo de ahorrar dinero para luego usarlo en pañales, sino de comprender que todos los objetos que consumimos dejan una huella de carbono que afecta al planeta en el que esos niños a los que llenamos de cosas, vivirán.
Así, el estigma que une a los objetos de segunda mano con la falta de recursos económicos para “darle lo mejor” a los hijos, se desdibuja para dar paso a una nueva mentalidad en las familias jóvenes que quieren bajar sus niveles de consumo al tiempo que comparten, más que objetos, experiencias de vida con otras familias.
Así lo dijo:
“La vida útil de estos artículos es mucho más larga que el periodo de uso que cada familia les da. Reutilizar no sólo es higiénico y seguro, también es responsable con
el medio ambiente”.
Lilia Parra
Directora de Baby Twist
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Próximo bazar:
20 y 21 de marzo,
Jardín La Florecita, Santa Cruz Del Monte 103, Naucalpan de Juárez, Estado de México, C.P. 53110.
¿Quieres ser voluntario o conocer más sobre los eventos de Baby Twist? Visita babytwist.com.mx