A horas de que Michelle festeje su quince aniversario hoy sábado junto a familiares y amigos, se asoma algo que, por intuición, todos sabemos pero no queremos reconocer: en toda fiesta de quince años hay chambelanes, y entre éstos, casi siempre, está el clásico novio no oficial de la festejada o por lo menos, el pretendiente.
Y a tiro de pájaro, le preguntamos...
“Entre tus chambelanes, ¿hay novio?”
Se ríe a carcajadas, se le sube el color al rostro y cuando creo que me va a responder, se vuelve a carcajear...
—En serio, dinos, en confianza, ¿Tienes novio?
—No, y no está entre los chambelanes—, me confirma.
Michelle es blanca y de ojos color miel claro y nos visita junto con su madre, Jazmín, misma que aparenta no verla durante la entrevista y sesión de fotos, pero sabemos de antemano, que todas las mamás tienen un radar para mantener en su rango de actividad a sus hijas.
—¿Cantante favorito?
—¡Justine Beiber!—, expresa sin reparo.
—Mmmm ¿Comida preferida?
—Las costillas a la BBQ y el sushi.
De signo capricornio, Michelle extiende sus inquietudes: “Me encanta de mí que soy muy sonriente, y no me encanta de mí que soy muy impulsiva”.
—¿Mejor amiga?
—Anaí Labat—, sentencia.
—¿Qué piensas al estar en el umbral entre los 14 y 15 años?
—Siento que seré mejor persona, y que ese cambio lo voy a compartir muy feliz con familiares y amigos.
—Ya, en serio, ¿ni pretendiente?— Se hace un silencio y ríe de nuevo.
—Mmm quizás, pero no te lo voy a decir.
—Anda, con que nos digas sólo la inicial de su nombre...
Astuta, recurre a otra historia para contarnos otro de sus placeres de la vida: “Me encanta la colonia Roma, sus calles, su vida bohemia... es un lugar que recomendaría mucho para pasear, incluso, por esa zona hoy festejo mis XV”, confiesa entre risas.
—Michelle, no te hagas, dinos el nombre, o por lo menos, su inicial...
“Mmmmm empieza con O—, finaliza.