La noticia se corrió como pólvora en redes sociales, blogs y páginas web, la gran información era que un objeto volador no identificado se había estrellado en uno de los cerros del distrito de Cieneguilla al noreste de Lima en Perú, el lunes 9 de diciembre a las 04:13 de la madrugada, lo que había ocasionado un movimiento telúrico de baja intensidad. Se afirmaba tajantemente que ese objeto había sido resguardado no por la policía peruana si no por elementos de seguridad de Estados Unidos y más aún, en esa imagen que se dio a conocer que traía texto y fotografías de helicópteros negros sobrevolando la zona, se mencionaba que avionetas habían peinado el lugar y que la policía nacional no se había hecho presente por órdenes estrictas, no se decía de quién.todo fue un engaño
Una información falsa que en cuestión de minutos le dio la vuelta al mundo convirtiéndose en viral, es decir, que a través de las redes sociales y otros medios electrónicos se produjo un incremento exponencial en las visitas a la información referida, pero la pregunta aquí es de qué manera se puede penalizar a la persona, al grupo o a la asociación que de a conocer este tipo de detalles no auténticos? Inventando casos sobre un tema tan importante como lo es el fenómeno OVNI y que al menos en Perú la Fuerza Aérea lo ve como un tema sensible de “seguridad nacional”.
Más adelante en ese mismo texto se lee: “dos pobladores cercanos a esa zona han comentado que personas extrañas que no son de nacionalidad peruana han pedido que se retiren de ese lugar obligatoriamente y nadie se puede acercar a la zona ni se a mencionado nada en la prensa ya que para llegar ahí es casi imposible”.
Esta información fue dada a conocer una semana después, el 16 de diciembre de 2013 a través de la cuenta de Facebook del grupo Anonymous Perú quienes publicaron: “Nos llegó esto por privado. Si alguien sabe más sobre el tema comparta la información” y ellos fueron los encargados de difundir tales hechos y sus seguidores creyeron toda la historia ya que este grupo a nivel internacional se presenta como los que “luchan por la transparencia, la libertad de expresión, los derechos humanos y que no muestran la cara ni tienen líderes”, y al darlo a conocer tuvo más validez y en automático se creyó que el gobierno estaba ocultando los detalles.
En esos momentos quien esto escribe se encontraba el Lima y fue el lunes 9 de diciembre que estuvimos en entrevista con el coronel de la Fuerza Aérea del Perú, Julio Vucetich y su grupo de asesores en las instalaciones del Departamento de Investigación de Fenómenos Aéreos Anómalos, DIFAA dependiente de la Dirección de Intereses Aeroespaciales de la Fuerza Aérea y en ningún momento me enteré de alguna alerta o algún tipo de movilización por una noticia tan importante en caso de que esta hubiera sido auténtica.
El reconocido investigador OVNI, Anthony Choy y conductor del programa de radio “Viaje a otra dimensión” estuvo en el lugar de los hechos y corroboró que todo se había tratado de una invención de alguien que había hecho la broma y había sido publicada en Anonymous Perú, con ello, se faltaba a ese compromiso que ellos han presumido desde hace varios años, es decir, estaban mintiendo y eran participes de ella. Anthony y su equipo de trabajo se encontraron en el lugar de los hechos y al conversar con los habitantes de la zona que “no habían visto caer nada del cielo, no habían sentido ningún temblor, no hubo la visita de militares estadounidenses” y el sobrevuelo inusual de helicópteros respondía directamente a que era el día del Ejército Peruano y era la ceremonia de clausura del año académico de la Escuela de Oficiales de la Fuerza Aérea del Perú.
Fue una noticia falsa, y la investigación de campo llevó a los estudiosos del tema en Perú a conocer la verdad sobre que todo había sido un engaño y a la fecha no se conoce al autor intelectual de tal información que se convirtió en viral y que en cuestión de horas le dio varias veces la vuelta al mundo.
