Lo PRIMERO que se alcanza a notar cuando te encuentras de frente a este puesto banquetero es un letrero gigante de color amarillo que dice: “Burros”.
Uno podría suponer que son sólo tortillas de harina, rellenas con carne y queso, servidos en un puesto de lámina como cualquier otro de la ciudad; nada fuera de lo convencional.
Pero una vez que miras cocinar a Javier Solís y pruebas su especialidad, el panorama cambia. Y es que los “Burros A Todo Mecate”, además de gigantes y bien preparados, tienen un placentero sabor particular, que ‘arrea’ a cualquier comensal.
Al ritmo de viejas canciones de rock clásico, Javier canta, voltea y cuece sobre su plancha, generosas montañas de carne picada, mezcladas con trocitos de tocino y cebolla. Las condimenta con sal y pimienta, y las deja reposar. Entre grandes humaredas que aromatizan toda la cuadra, su ‘establo’ de lámina atrae a todo deseoso de comer grandes porciones a buenos precios.
El puesto ya lleva 25 años. Aunque ha cambiado de lugar en tres ocasiones, su distintivo sazón sigue estimulando el apetito de sus viejos clientes y hasta de los nuevos. Pues con más de diez tipos de burros que conquistan tu corazón y con 13 salsas diferentes que pican en lo más profundo de tu lengua, sus enrolladitos platillos son algo que tienes que probar.
Cuenta que la habilidad para elaborarlos la aprendió de su viejo amigo Octavio, a quien recuerda por su gran amistad y su talento para cocinar. Octavio, chef de vocación, recorrió el país buscando nuevos ingredientes e innovadoras combinaciones. De ahí surgió la idea.
Retomando las enseñanzas de Octavio, Javier empezó a trabajar ‘domando dos burros’ en un puesto de banqueta sobre la calle Tlaxcala, en la colonia Roma. Hoy, a sólo unos pasos del metrobús Hamburgo, este jinete del sabor ha ‘domesticado’ poco más de 15 ingredientes.
Entre las letras de su menú, las palabras bistec, piña, jamón, salchicha, cilantro, flor de calabaza, champiñones, morrón y diferentes tipos de queso, se antojan entre olores y se pueden saborear antes de ordenar.
Puedes escoger el ‘Arrachero’. Relleno de carne condimentada y esparcida sobre una cama calientita de frijoles refritos. O el ‘Suizo’, pero si de especialidades hablamos, no puedes perderte el ‘Ta’ Kañon’. Y sí, está ca…nijo acabárselo. Pues con todos los ingredientes de la carta, este magno burro de casi 60 centímetros de largo tiene de todo.
(video cortesía Youtube)