Mi marido amenaza con dejarme si no me trago su semen, dice que me da asco. Yo no puedo. Para ser franca no me gusta ni la textura, ni aroma y la simple idea de tragármelo me hace sentir un sometimiento muy desagradable. Meterlo a mi cuerpo por vía oral me pone mal, me dan náuseas de sólo pensarlo. ¿Qué debo hacer para que no me deje? Regina TEMEROSA
Estimada Regina: Si ambos permiten que el sexo sea un medio de chantaje, ya sea de él hacia ti, o de ti hacia él, su relación no podrá durar y siempre se verá afectada. Nadie tiene por qué amenazar a nadie. Gustos y formas hacen que nos diferenciemos, lo importante es que la relación sexual sea fluida y que ambos disfruten.
Es posible que no hayas explorado formas de lograr lo que él desea. Te recomiendo que lo intentes boca arriba para que no lo sostengas en la boca y lo tragues casi sin darte cuenta y con mayor facilidad, piensa que su semen te llena de energía, que esa explosión oral va con toda su fuerza animal y que se va a distribuir en todo tu cuerpo; sin embargo, si esas imágenes no te convencen y no lo logras disfrutar, te recomiendo que explores otras formas de darle placer oral sin que necesariamente tengas que tragar su semen. Hay zonas del pene que son extraordinariamente sensibles, y que si aprendes a acariciarlas lo podrás tener en un frenesí preclimático que se olvidará de ver si lo tragaste o no.
Lo más importante es que él busque lo mismo en ti, gusto al dar y al recibir. El sexo debe ser una fuente de placer, no de amenazas.