1.- “Qué desperdicio”.
Este comentario generalmente viene de las mujeres cuando ven a un chavo gay que está guapísimo y muy apetecible. Desperdicio ¿para quién? Aquí es donde reflexionas y quieres decirles: “Si todas las mujeres son como tú, qué bueno que soy gay”.
2.- ¿Te vistes de mujer?
No a todos los hombres gay les gusta vestirse de mujer. No todos son ‘afeminados’ ni todos son princesitas de Disney. La gente piensa que nos gusta ponernos lápiz labial y contonearnos como vedette de cuarta. Muchas mujeres creen que queremos ser como ellas y caen en la muy patética actitud de agarrarse con ambas manos las tetas y decir: “Ya las quisieras”, ja ja ja, no. Para nada. Aquí aplica de nuevo la frase final de la categoría anterior.
3.- ¿No te gusta Lady Gaga?
No a todos los gays nos gusta la misma música. Así como no todos somos cultos ni somos decoradores, ni peluqueros ni modistos. Hay quienes escuchan música de banda, música clásica o, de plano, sólo baladas o música sacra o para meditar. No a todos nos gusta lo mismo.
4.- ¿Duele el sexo anal?
No todos los gays somos pasivos (el que recibe) y no a todos nos gusta andar correteando hombres bugas (heteros) como sus amadas esposas o madres piensan. Y si tienen tanta curiosidad, pues anímense a probar y dejen de andar preguntando.
5.- Te voy a presentar a un amigo y me dices si es gay o no.
Los gays no andamos por la vida aclarando dudas de preferencias sexuales de los demás. Ese amigo o compañero de trabajo tiene derecho a ser como quiera ser y no seré yo quien despeje la duda. Ni que fuéramos radar.
6.- ¿Tienes SIDA?
Desde que comenzó la epidemia del SIDA, la gente creyó que era una “enfermedad que sólo le daba a los gays”. Pues revisen las estadísticas y se darán cuenta que ataca a todos sin discriminar. Hay muchos casos de esposas infectadas por el marido por andar de coscolino por aquí y por allá practicando sexo sin protección, viene a casa, tiene sexo y la esposa no le exige al marido que se ponga condón. Está cabrón.
7.- ¿Nacen o se hacen?
Esto es un cuento de nunca acabar. Creo que ésta es una de las más fastidiosas. Hay quienes aseveran —como si fueran científicos avalados— en que se hacen. Otros, los más amables, tratan de calmar los ánimos diciendo que se nace. Aun así qué importa, si ya estamos aquí. Estamos vivos, somos productivos y somos gente como cualquier otra. Qué pereza con esta pregunta.
8.- ¿Te gusta el box/soccer?
Las preferencias sexuales no tienen nada que ver con las aficiones a deportes, series de TV, cine o comida. Me ha tocado ver broncas entre un chavo buga molestando a un gay y cuando menos se lo espera el ‘machín’, el chavo ‘mariquita’ le parte la madre de manera apoteósica. El resto sólo acierta a decir: “¿Pues no que era puto?”, ja. Cuidado que no todo es lo que aparenta.
9.- La Biblia dice que ustedes no son hijos de Dios.
¿Y desde cuándo tenemos que pedir permiso para tener fe? A Dios (el que sea) se le lleva en el corazón.
10.- Y para finalizar: Señoras y señores, la máxima, la más estúpida de las preguntas y la más frecuente: “De ustedes dos, ¿quién es el hombre y quién es la mujer?
No voy a entrar en detalles, sólo les diré lo que contesto siempre: ‘Tu pregunta es tan absurda como si me preguntaras de los palillos chinos, cuál es el tenedor y cuál el cuchillo’.
