Aquí la sencillez de una salchicha capeada con harina o envuelta en pan, se transforma en una preparación completa que le rinde culto al queso. Sí, a ese ingrediente de textura suavecita con suero de leche, que se derrite y se extiende al contacto con el fuego.
El lugar está encubierto como un puestito callejero más entre los changarros de la Zona Rosa. Su nombre es “Hot Dogs Don Erasmo” y sus inicios se remontan a 1980. María Jaramillo cuenta que fue la primera en crear los hot dogs a la plancha envueltos con tocino. De ahí, su hijo Erasmo le agregó un complemento más: el queso oaxaca.
Un queso de leche fresca, de vaca, que viene directo de Puebla, y que Erasmo recoge todos los días a las cuatro de la mañana para tenerlo listo y preparado para lanzar a la plancha.
Sobre la plancha, que está adornada con montañas de salchichas alineadas, quemándose al calor del metal y abrazadas por tiritas de tocino cocido y preparado en casa, el queso se transforma en una cama elástica y moldeable, y libera el suero que le da ese exquisito y particular sabor a leche entera.
Con gran habilidad, Erasmo gira y da vuelta a las salchichas con sus espátulas, sin tocarlas con las manos, las forra con una capa de queso y luego las coloca sobre un bollo calientito y tostado. Las cubren con chiles curados y se tapizan con catsup, mostaza o salsa barbecue al gusto del cliente.
Pero esa no es su única creación. En una alberca de aceite junto a la plancha de metal, revolotea su más reciente especialidad. Es la que dicen, se ha ganado el corazón y el estómago de los comensales: Banderillas regordetas, rellenas de salchichas de pavo, que también son enrolladas dentro de una capa de queso fundido, esponjoso y de ligero sabor amargo.
El puesto sólo abre por las noches, pero eso no impide que los clientes los busquen como una alternativa eficaz para apaciguar el rugido de la tripa. Y es que luego de 35 años de estar en el mismo lugar, sus hot dogs se convirtieron en el tentempié predilecto para trabajadores que buscan apaciguar el hambre después de una jornada laboral, para jóvenes que buscan disminuir la cantidad de alcohol en su cuerpo después de una noche de copas o para aquellos que necesitan de un bocadillo para saciar el hambre, darle gusto al paladar y hasta por el simple hecho de comerse una banderilla o un hot dog envuelto en queso.
Encuéntralos de miércoles a lunes, entre 8:30 p.m a 4:00 a.m, en la esquina entre la calle Génova y Hamburgo, enfrente del local de helados de yogurt, en Zona Rosa.