Imagina que un día empiezas a caminar, luego a trotar, luego un poco más, hasta que llegas a correr y eso te hace sentir bien, mejora tu salud y tu actitud ante la vida. Después, tu ejemplo motiva a tus hijos. Disfrutan juntos esa actividad. Ahora imagina que cada kilómetro que tú, tus hijos y hasta su mejor amigo corran se convertirán en conocimientos y herramientas para otros, ¿te suena imposible? A Moisés Domínguez no le pareció algo descabellado.
Moisés no es corredor profesional, sino consultor y miembro del patronato de Ednica IAP, una organización no lucrativa que trabaja en proyectos educativos que benefician a niños y otras personas en situación de calle. Sin embargo, el próximo domingo 31 de agosto, Moisés y sus hijos Santiago y Emiliano correrán el XXXII Maratón de la Ciudad de México con un objetivo que va más allá de cruzar la línea de meta. Ellos buscan que cada kilómetro que corran se convierta en un donativo económico para que Ednica IAP siga apoyando la educación de 220 niños y niñas en riesgo y trabajadores en situación de calle. Se trata de Runners con causa, iniciativa a la que se ha sumado también Juan Cristobal Franco, amigo de los jóvenes Domínguez.
Moisés sabía que hay incluso carreras completas vinculadas a una causa, pero fue el caso de una amiga cercana que corrió para reunir fondos para una organización de lucha contra el cáncer, el que lo motivó a replicar ese modelo para reunir fondos para Ednica.
Correr significa libertad, espacio, beneficios y Moisés quería que esas sensaciones positivas que el deporte le hacen sentir en lo individual, se transformaran en un beneficio colectivo.
Para Santiago, quien a sus 20 años correrá con este proyecto su primer maratón, tener un objetivo adicional al deportivo es un doble reto y un gran compromiso. Hace dos años él trabajó como voluntario enseñando las primeras letras a los niños más pequeños de los proyectos educativos de Ednica, y eso le cambió la manera de mirar a las personas en situación de calle.
Sentado en el césped de algún prado en Ciudad Universitaria, Santiago sonríe tímidamente mientras recuerda con fascinación los días que compartió con aquellos pequeños que, finalmente, son solamente personas pequeñas con muchos deseos de aprender cómo funciona el mundo.
Moisés, Santiago, Emiliano y Juan Cristobal han invitado a sus amigos a donar una cantidad sugerida por cada uno de los 42 kilómetros que los cuatro recorrerán en el maratón. Al final, los fondos que se reúnan serán donados a los Centros Comunitarios de Ednica IAP.
Ellos saben que no todas las personas podrán hacer donativos en efectivo, pero Santiago dice que él correrá también para que la gente conozca el trabajo de los educadores y que, tal vez, como él mismo lo hizo alguna vez, más jóvenes se den la oportunidad de aprender mientras enseñan a los niños cómo la educación puede ser una herramienta para transformar sus vidas.