¡Buenas noticias! La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) declaró inconstitucional cualquier norma que prohíba el matrimonio entre personas del mismo sexo. Con esta decisión, cualquier persona puede ejercer su derecho a contraer matrimonio en todo el país, aunque las leyes estatales digan lo contrario.
A unas horas de que se lleve a cabo la XXXVII Marcha del Orgullo Gay en la Ciudad de México (27 de junio 2015), el semanario Desde la Fe, órgano de comunicación de la Arquidiócesis Primada de México, sigue llamando “miopes” a los ministros de la SCJN por su determinación en favor de los matrimonios entre personas del mismo sexo; se ‘desgarra las vestiduras’ tratando de convocar a la negación de un derecho que todos tenemos como ciudadanos y humanos dignos.
Pero ahí no para la cosa. Dentro de la misma comunidad gay, hay sobresaltos, dimes y diretes, y ‘se tiran hasta con la cacerola’ para aclarar quiénes deben enarbolar la bandera de la legitimidad de la comunidad LGBTTTI (lesbianas, gays, travestis, transexuales, transgénero e intersexuales); ufff, en mi época todos eran gays, nada más.
Hay una controversia porque los grupos involucrados se pelean el liderazgo y la autenticidad de la consigna primaria que es la libertad y el derecho a expresar la misma, basada en la preferencia sexual.
Se habla de que algunos personajes ‘vendieron los derechos’ de la marcha a Héctor Serrano, el secretario de Gobierno del DF, convirtiendo el evento en un ‘tianguis turístico’ donde los únicos beneficiados serían ellos y el GDF.
Hay quienes buscan acercamientos con el PRD y las autoridades se ‘paran el cuello’ pretendiendo ser inclusivos de la diversidad sexual.
La Marcha del Orgullo Homosexual siempre ha sido financiada con recursos salidos de la misma comunidad gay; buscan apoyo entre los bares, grupos y empresas que están dispuestas a mantener vivo el motivo y la lucha ha ganado terreno.
Ahora resulta que esta manifestación está siendo auspiciada con ‘dineros’ que salen del erario público. Habría que exigir cuentas y recibos de todo lo gastado al GDF.
¿Sería lo correcto no?
Bajo la iniciativa de crear un monumento a las víctimas de la homofobia, se sugirió que fuera Paseo de la Reforma, la Zona Rosa y/o la Alameda Central. Sin embargo, el GDF negó la posibilidad de la Alameda, con el argumento de que se practica la prostitución. ‘Chale’, o se es o no se es.
El GDF desde hace años se quiere vender como ‘gay friendly’ porque hacerse del control de la marcha le reditúa más, que entregar cuentas.
Las conclusiones:
La Marcha del Orgullo Gay es un evento ciudadano, no del GDF.
La marcha gay no debe ser institucionalizada para ayudar a promover a los arribistas del GDF.
Que el GDF saque sus manos de la organización de la manifestación.
Es una marcha que nació de los colectivos y de la sociedad civil, y no debe ser utilizada para propaganda ni turísticamente.
La marcha gay es apartidista y no reconoce a ninguno de sus líderes como el jefe absoluto.
La marcha no debe ser una oportunidad para enriquecer a líderes del ambulantaje o funcionarios que sólo buscan un beneficio “populachero”.
Bienvenidos los que por una lucha en común buscamos un lugar más grande, más justo, más digno y con mejores opciones para que se nos dé lo que siempre se nos ha negado: justicia y libertad.
Para quienes van a participar, a las nuevas generaciones, a los de siempre, a los que no son gay, a los que tienen un hijo, una hermana, un nieto o una sobrina gay, no cejen, no se doblen, no se rindan nunca. Y más que nada, gocen la libertad de ser y de vivir aun cuando la corriente venga en contra.
FELIZ DÍA DEL ORGULLO 2015!!!