El huracán ‘Patricia’ y otros eventos inesperados
Sin duda uno de los momentos más tensos y preocupantes para todo el país fue la llegada inminente del huracán ‘Patricia’, quizá un poco más aumentado de lo que la realidad dictaba...
Nuestro país ha sido víctima recurrente de varios y diversos desastres naturales que, durante los años, sólo han demostrado lo mal organizados y lo poco preparados que estamos ante un evento de tal magnitud.
Si para muestra basta un botón, por qué no recordar el sismo que marcó nuestra existencia (por lo menos la mía sí, de hecho aún recuerdo ver moverse de lado a lado el corbatero de mi papa y todo el mundo gritando mientras yo hacía un berrinche de tantos por no ir a la escuela) y que tantas vidas se llevó. Es el mejor ejemplo que nuestro país (y por decirlo de una manera menos amplia, nuestra ciudad) no se encuentra en la mejor situación para salir avante ante un hecho de semejante fuerza.
En días recientes recibimos una de las peores noticias que nos habían dado: el huracán con más fuerza registrado en la historia estaba por tocar tierra en nuestro país. La histeria no se hizo esperar, afortunadamente la movilización también y fue así que mucha gente pudo ser evacuada a refugios y se previnieron muchas desgracias, pero, ¿en realidad el huracán era tan fuerte como nos dijeron, o más bien, como nos convencieron que era?
No dudo que la fuerza de la naturaleza sea de temerle, pero honestamente, vivo en un país donde las ‘puestas en escena’ son nuestro pan de cada día, donde las mentiras han sido nuestra moneda de cambio y donde es más fácil creer que regresó el ‘chupacabras’ a que veamos venir una devaluación, un aumento a la gasolina o una reforma a alguna ley que nos atore aún peor. Digo esto porque de manera casi ‘imposible’ un huracán que era de categoría 5, se volvió categoría 2 en unos minutos y, aunque causó muchos daños, no resultó la catástrofe para la que nos prepararon y para la que apuntaron toda la distracción.
La verdad ya no sé qué creer, a veces creo que sospecho demasiado de todos, pero a veces me sorprendo de mí mismo al ver con qué facilidad creo en una mentira tan vil y frente a mis ojos.
Los invito a continuar previniendo sus documentos ante un evento de la naturaleza, a seguir procedimientos de emergencia pero, sobre todo, a abrir más los ojos y a no creer todo lo que vemos o lo que leemos.
Mientras tanto yo seguiré buscando al ‘chupacabras’ que ya me dijeron que volvió a las andadas...
5,4,3,2 ¡Clarketazo!
