Cada mañana las personas elegimos qué colores vestir, la corbata que se lleva con el traje que usamos en la oficina, los zapatos que combinan con el vestido para esa cita especial, pero ¿cuántas veces elegimos un color para ayudar a los demás?
Apenas han pasado dos meses desde que Alberto Carreón decidió emprender un nuevo negocio y se convirtió en distribuidor de unos relojes que hacen más que verse bien en las muñecas. Se trata del proyecto internacional Save the world, una marca de relojes y lentes que además de verse bien, también son el instrumento para apoyar a diversas fundaciones y organizaciones civiles vinculadas a causas sociales desde hace ocho años. Alberto estudió ingeniería industrial en la Universidad Panamericana y me cuenta que ahí aprendió que una empresa no sólo debe buscar el éxito financiero, también debe comprometerse con la sociedad.
Aquellos principios aprendidos en los años universitarios resonaban en su mente cuando conoció el modelo de negocio de Save the world y alguien lo invitó a distribuir estos productos. Bien podía quedarse con el simple modelo piramidal y las causas que la marca, a nivel internacional, ya apoya. Sin embargo, Alberto quiere más.
BUSCA A QUIÉN AYUDAR
Por ello, está en busca de fundaciones y organizaciones civiles cuya labor altruista esté vinculada con causas como el estudio y prevención del cáncer, los perros abandonados en las calles, la paz, las personas que viven con VIH y el combate al hambre.
El 20% del costo de los productos se va directamente como donativo a alguna fundación vinculada con alguna de estas causas. La primera fundación con la que Alberto ya cerró un convenio de colaboración se llama Arte vivo, y se dedica a reconstruir escuelas para niños de escasos recursos. Así, cada reloj negro ayudará a esta fundación a reunir fondos que beneficiarán a la población infantil.
Pero Alberto tiene una preocupación. Quisiera tener más vínculos con fundaciones y asociaciones civiles pues considera que más del 80% de los apoyos gubernamentales y las donaciones privadas se quedan en apenas 20% de las asociaciones que realmente existen, es decir, la élite de las organizaciones civiles.
Con este emprendimiento, Alberto busca crear una red donde el donante obtenga un beneficio tangible, es decir un producto pero también sepa a dónde van los recursos. Para ello, Alberto ha creado una estrategia de redes sociales en la que las mismas organizaciones tendrán presencia para vincularse con la gente.
MÁS POR LOS NIÑOS
Mientras escucho a Alberto me percato que en su muñeca luce un reloj Save the world de color azul, con él apoyó a combatir el hambre. Al preguntarle si esa es la causa con la que más se identificaba, dijo sin titubear, que la causa que más le llama, en forma personal, es la que es apoyada a través de los relojes negros. Son causas vinculadas a la infancia y, en México, a proyectos educativos.
Para alguien más tal vez el reloj ideal sería el rojo, que apoya a la prevención del SIDA; o el amarillo y el rosa, que apoyan a fundaciones que trabajan en la prevención y tratamiento del cáncer; habrá quienes consideren que el blanco es su color y decidan con él apoyar la paz. No faltará el que luzca con orgullo el reloj o los lentes verdes, para apoyar la conservación del medioambiente.
Los amantes de los perros, encontrarán su combinación perfecta en el color gris. Alberto sonríe pues sabe que su decisión de invertir como emprendedor en esta empresa, es a la vez una manera de contribuir a la consolidación de un arcoiris colectivo que redundará en beneficios para quienes aún creen que las cadenas humanas de solidaridad, son el mejor accesorio de moda que se puede lucir.
Visita Save the world: Facebook: SavetheworldMX Twitter: @savetheworldmx http://savetheworld.com.mx/