Los pasos parecían no llegar nunca a su destino. Cada segundo que transcurría, las pisadas eran más fuertes y decididas, paseaba con desesperación una y otra vez por el angosto pasillo, los minutos lo atormentaban como inacabable gota sobre su cabeza.
El ruido de la manecilla del reloj resonaba en su cabeza, cada segundo más fuerte; revisaba constantemente los preparativos, llevaba semanas planeando el encuentro, cada detalle era sumamente valioso para su macabro plan.
Le había costado mucho trabajo contactarla, él no era muy hábil para socializar con el mundo más allá de los muros de su apartamento, sólo podía medianamente contactar mujeres escondido tras la luz del monitor de su computadora.
Una y otra vez cambiaba su indumentaria, quería sentirse cómodo y atractivo a la vez, no deseaba que ni un solo detalle empañara su encuentro, ya en muchas ocasiones había sido rechazado, no deseaba que volviera a suceder.
Pero ella era especial, había accedido al encuentro, pese a estar embarazada y tener pareja, los tres estaban de acuerdo en reunirse para tener un poco de diversión. Brady Oestrike tenía su cuarto de juegos listo: cuerdas, jaulas, esposas, pistolas y cuchillos, sólo faltaban los invitados.
Craigslist es un sitio web de anuncios clasificados, prácticamente se puede ofertar y encontrar cualquier cosa, desde ropa y juguetes, hasta armas y encuentros sexuales, así fue como Brady Oestrike contactó a una joven pareja con la cual llegó al acuerdo de cumplir algunas fantasías sexuales.
Charles Oppenneer, de 25 años, y Brooke Slocum, de 18, respondieron al llamado de Brady sin saber que sería la última de sus aventuras.
Brooke tenía ocho meses de embarazo, así lo había requerido Brady, la reunión se llevaría a efecto en el departamento del homicida, de acuerdo con las conversaciones encontradas en el computador de Slocum, el encuentro entre los tres se había pactado a realizarse en Gezon Park, en el estado norteamericano de Wyoming.
Oestrike se preparó a conciencia para el suceso, armó su departamento, colocó gruesas cuerdas en las que pudiera colgar a sus invitados, preparó jaulas con el suficiente espacio para recibir a un adulto, afiló sus cuchillos y cargó las armas de fuego; se probó distintas ropas, como si se tratara de un uniforme de cazador.
En julio de 2014, el cuerpo de Charly fue encontrado sin cabeza; la joven Brooke estuvo en cautiverio durante varios días a las órdenes de Oestrike, finalmente la asfixió al sentir demasiado cerca las investigaciones policiales.
Los testigos aseguraron que la última vez que se vio a la liberal pareja fue en compañía de un hombre grande y obeso, con barba crecida y diminutos lentes, descripción en la que perfectamente encajaba Brady.
Oestrike, al darse cuenta de que la policía estaba a punto de entrar a su departamento, salió huyendo a toda velocidad en su automóvil, en la cajuela llevaba el cadáver de Brooke, finalmente, el asesino optó por quitarse la vida tras ser alcanzado en la persecución policiaca.
