Mi hijo se la pasa atrapado en la computadora hasta altas horas de la noche viendo sexo. Él dice que no le hace daño a nadie y me grita que lo deje en paz. Mi vecina dice que es un adicto al cibersexo, ¿puede ser eso cierto?
MARI, LA MAMI
Se considera que si una persona pasa entre 15 y 20 horas semanales en el sexo virtual, cambia su patrón de sueño y sus relaciones afectivas se vuelven más frías y escasas. Si, además, empieza a gastar dinero pagando por ver mujeres teniendo sexo o llegando al orgasmo y lo oculta, es muy probable que estés ante un adicto al cibersexo. Cualquier adicción es peligrosa. Te deja satisfecho a la corta, pero vacío a la larga.
¿Por qué me siguen atrayendo los hombres que me gustaban cuando iba en prepa, si cuando me los encuentro se ven panzones y mal cuidados? ¿Por qué me generan unas ganas hasta maternales de darles pecho, calor y cobijo?
NADIA, LA QUE NO ENTIENDE NADA
Dicen los que saben, que la mirada no cambia. Que la luz de ciertas energías saltan a los ojos y aquellos que la ven, la miran por siempre. Es como si hubiera química de luz en el aire y por eso se ilumina el camino entre los ojos. Hay aquellos que juran y aseguran que nunca en la vida han visto tal cosa, “un canal de energía extenderse con la mirada”, a esos se les trata de explicar que la amistad y la simpatía son de tonos tenues color amor. Mi tía abuela hablaba de las almas de otras vidas que se reencuentran, otro más habló de aquellos que se quedaron en el limbo y migran entre guerras que desconocen. El amor no toca a la puerta... te sorprende.
Me gustaría pedirle a mi esposo que escuche una historia que me dicta una voz en la cabeza cuando tengo ganas de coger. Me gustaría recitar el cuento, así como me va llegando hasta el momento en que el protagonista (o sea, yo) se comienza a venir porque el chavo (o sea, él) se la está metiendo, sólo que me da pena y mejor me lo guardo. ¿Crees que hago bien en callar?
MATTY, LA CALLADATTY
No. Callar esa voz que llega a tu cabeza no tiene sentido; maravilloso sería que puedas escribir en ese momento lo que te viene a la cabeza y que se lo platiques a tu pareja y él tenga la sensibilidad de viajar contigo a ese mundo, se vengan y aterricen de nuevo en la cama. Así es como se descubren muchos escritores... Confía en tus dones y déjalos salir en la intimidad que se crea en la cama, presumir esas características que te hacen única y especial logran que en la vida de los demás seas una mujer inolvidable.
Se dice que mi tía Roberta quiso ser lesbiana antes de casarse, pero sus padres la obligaron a contraer matrimonio con un señor adinerado mayor que ella. Tuvo dos hijos a quienes educó hasta que cursaron la carrera de medicina. Se quedó viuda hace dos años y vive con la que ha sido la mejor amiga de su vida. Todos comentan que las une el amor, pero mi primo Raúl y yo estamos seguros que a los 55 años ya ni las lesbianas cogen, ¿verdad que una relación lésbica ya no es opción a esa edad?
MANUELITO, EL INGENUITO
No existe una razón de por qué a los 55 años uno deje de hacerlo y más en el caso de las lesbianas, que no necesitan de una erección en la forma literal de la palabra. Hace 50 años era impensable aceptar a una hija lesbiana y apoyar, ante todos, esa relación. Las cosas han cambiado mucho y eso se le debe a los homosexuales que a final y principios de siglo lucharon por sus derechos. Qué bueno que tu tía Roberta ya puede vivir lo que probablemente siempre quiso. La amistad, el amor, el goce, qué importa cómo se le llame, mientras sea agradable y placentero.
Me gusta que me la chupen en el coche, mientras manejo en carretera. A todas mis novias les gustaba complacerme y no existía entre nosotros más que emoción a la hora de hacer un viaje en coche. Mi chica de ahora dice que es una pendejada y puede ser hasta peligroso, que una vez su madre le contó de una chava que en el impacto mordió y se ahogó con el pene del novio, ¿verdad que eso es puro cuento?
OTTO, EL PILOTO
Ufff. La historia es aterradora. Bien podría ser cierta o inventada. Lo cierto es que el placer y las curvas no se llevan y que sí puede ser una forma muy tonta de morir.
Mi maestra de literatura tiene los pezones más negros y parados que nunca había visto en mi vida. Le gusta vestir de blanco y de colores pastel y entre mis amigos lo hemos comentado, pero no le he dicho a nadie que a mí me mantiene el monstruo de mi pantalón despierto toda la clase, sin poder poner atención. ¿Doy de baja la materia?
RUBEN, EL VA Y VEN
No sé si debas dar de baja la materia, pero sigue asistiendo a la clase. Es un ejercicio mental interesante, un reto, una oportunidad de conocer tus límites y tu control sexual, ya si no puedes, hazte una chaqueta antes de comenzar la clase.