Mi esposa tiene una adicción al jueguito de su celular y además de que me parece un pésimo ejemplo para nuestros hijos, me desespera verla existir con un un vicio tan idiota. Cada vez que la veo está pegada a su teléfono. No entiende. Cuando vemos la tele juega hasta antes de dormir en la cama juega. ¿Cómo le quito esas ganas?
Los juegos del celular se pueden convertir en una adicción, son sin duda una fuga de la realidad. Bloquean el aquí y el ahora con el que a veces es tan difícil lidiar. No es la única, en mayor o menor medida un alto grado de la población adulta y muchísimos niños tiene una gran adicción a los juegos de computadora. Es una fuga de la realidad en depresión. Te recomiendo seriamente hablar con tu mujer tratando de hacer contacto con los ojos y la piel. Ayudarla a salir de esa presión virtual es convivir con ella, salir a pasear sin celulares, hacer el amor. Si influye en su desempeño y relaciones busca ayuda psicológica.
Mi esposo trabaja en una cafetería y cuando llega a casa no quiere ayudar en la cocina. Me molesta porque sabe lavar platos, recoger de la mesa y atender, pero conmigo no es amable; le molesta que yo le pida cosas porque dice que eso es lo que hace todo el día en la chamba, verdad que no es justo que no me ayude en la cocina.
El trabajo de casa se debe dividir y todos los miembros de la familia deben de ayudar en las distintas tareas. Repartir la labores cotidianas es una forma de educar a los hijos con el ejemplo. En México y en muchos otros lugares del mundo predomina la pareja-pareja. Es el tipo de relación que permite vivir en armonía. Yo cocino, tu planchas, yo limpio el antecomedor y la sala, tú las recámaras. Mujeres y hombres nos tenemos que atender unos a otros, los hijos a los padres y los padres a los hijos. Lo roles se modifican y se acomodan para que el trabajo y la atención sea pareja, esa es la forma en que la convivencia tiene sentido. Puede que tu marido prefiera otras tareas de casa, que las elija y las hagan si le cansa la cocina. Así es como se juega en el amor, en la cotidianidad y el sexo.
Me gusta el maestro de guitarra de mi hermano, en realidad es un vecino que sabe de música y mi madre le ha pedido que le dé clases a mi hermano que es bueno con los instrumentos; es un poco mayor que yo, pero desde siempre me ha parecido interesante, ¿se lo digo o no se los digo?
No se lo digas con palabras sino con miradas, trata de saber qué tan sensible es. Encuéntralo antes de que llegue o cuando se vaya, suelta a esa tú que está buscando algo más y deja que los instintos hablen por ti y por él.
En el lugar donde normalmente imprimo mis tareas de la universidad hay un chico que me encanta, pero por más que le hago conversación no me invita a salir, el otro día lo vi con un hombre guapo y muy coqueto y me late que es gay... tengo la ilusión de que sea bisexual, pero no sé si debo emocionarme o olvidarlo, ¿qué opinas tú?
Si te gusta, conócelo. No trates de encasillar en este momento si es una relación para novio o para amigo. Existen sorpresas en la vida, pero más allá de su inclinación sexual y de lo que pase entre ustedes, lo más importante es responder a esas ganas de conocer a alguien que te vibra y te atrae.
Durante la serie de penales de Colombia vs Inglaterra, mi esposa no dejaba de hablar, varias veces le pedí que se calle. Yo estaba concentrado con que Colombia meta goles, y a ella hablando de la manicurista con su prima Lulú. Implacables los dos equipos tiraban sus goles y mi mujer seguía con que el embarazo no era legítimo. La tensión seguía porque ambos equipos iban parejos y ella se encabronó con la prima y le comenzó a mentar. Hasta que gana Inglaterra y yo que en ese momento le grito ¡CÁLLATE! y se mega encabronó, ¿Cómo la contento?
Por principio llévale flores. Segundo pídele perdón. Tercero enciérrate en tu cuarto cuando veas el partido y entiende que no puedes gritarle a tu pareja, punto. El teléfono es un recurso cotidiano entre las mujeres que se sienten solas en casa con sus maridos, una forma de estar fuera mientras están dentro de un hogar. Te recomiendo que veas en tu mujer la amiga que tienes y que la trates de involucrar en lo que haces y en lo que te gusta; en todas las familias hay problemas de tiempo y espacio, resuelve esos problemas con amor, no con gritos. Platica con ella y dale amor.