Cuando tenemos relaciones sexuales, mi novia me dice que quiere que yo sea un pervertido y que cumplirá todas mis fantasías. La cuestión aquí es que yo la amo, disfruto del sexo con ella y aunque ciertamente tengo alguna fantasía sexual, para mí hacer esas fantasías realidad pierde el objetivo de tener sexo con ella, porque entonces el sexo sería sólo placer sin nada de amor, y yo jamás he creído en el sexo sólo por placer. Estoy dubitativo, porque no sé si ceder a su petición y pedir que cumpla mis fantasías, rebajándola a sólo un objeto sexual o seguir negándome, que al final yo me siento satisfecho sin necesidad de cumplir mis fantasías, que para mí eso son, sólo fantasías. Alejandro P.
Bueno, hay que aclarar algo. El sexo es placer, no amor. El amor y el sexo juntos son una fórmula maravillosa para que una pareja crezca sana y se desarrolle en armonía, pero no son lo mismo. El sexo en el ser humano tiene dos objetivos, la reproducción y el placer. No hay nada de malo en el placer, mucha gente le tiene “miedo” porque creen que es una frivolidad, cuando en realidad forma parte de nuestra existencia, de lo que nos lleva a buscar estar mejor. Creo que deben acudir con un educador sexual, ya que los términos que usan ponen “ruido” a lo que en realidad desean. La perversión es una inclinación antinatural en los instintos, que no es nada sano, en ello va el hacer daño y trasgredir normas. Quizá lo que ella quiere es que seas más atrevido. Tú tienes derecho a hacer o no tus fantasías y a elegir con quién, lo importante es que sepas qué hacer. Algunas cosas atrevidas con tu pareja no le quitan el amor a la relación. En el sexo, el juego es muy importante, ya que nos permite “fantasear” con límites sobre nuestros gustos sexuales sin quitar el peso e importancia a nuestra pareja, quizá puedas jugar sin llegar a extremos.
Muy buenas tardes. Mi situación es la siguiente. Tengo 34 años y soy casado desde hace seis años. Desde hace como un mes ando con un problema cuando tengo relaciones con mi esposa, de repente se me va para bajo el pene y hay ocasiones que ni siquiera se levanta, aunque esté muy excitado, no sé qué me pasa pues anteriormente tenía mucha actividad sexual sin problema y ahora, cuando se me pone erecto el pene como que me duelen las piernas, no sé si me puedan decir qué debo hacer, Gracias. Felipe R.
En este caso, lo mejor es acudir cuanto antes al urólogo para una revisión médica. Este tipo de problemas suelen tener varias causas, que van desde el estrés hasta problemas hormonales, de medicación o de enfermedades. Algunos hombres descubren que tienen diabetes cuando presentan este tipo de disfunción sexual. Evidentemente, ya hay algo de estrés que debe ser controlado en tu caso, pero además debes platicarlo con tu mujer para evitar malos entendidos, ya que muchas parejas se alejan sexualmente cuando esto pasa y dan pie a malas interpretaciones.
Tengo 30 años y mi caso es el siguiente: hace más de cinco años que me divorcié y desde entonces no tengo pareja y tengo poco más de dos años de no tener relaciones sexuales con nadie. Mi preocupación es que ya nada me excita, ni las chicas que veo, ni nada. Tengo una o quizás hasta dos erecciones por semana, pero rápido se me baja y no sé si es normal que estoy perdiendo el deseo sexual. Fui al doctor y mi organismo está bien, no padezco nada, pero no entiendo, si antes tenía sexo hasta tres veces al día y era ‘bien’ ardiente en ese aspecto, como todos los hombres. No sé si esa llama se acabó, ¿Qué debo hacer para recuperar esa parte de mí? Espero su respuesta. Leo A.
Es un acierto el haber ido a consultar al médico para descartar fallas de tipo fisiológicas y médicas, pero por el tono del correo podría tratarse de una depresión. Las separaciones son difíciles y lleva tiempo el duelo que cada persona vive de manera distinta y lo supera en formas y tiempos diferentes. Te sugerimos consultar ya sea a un sicólogo con especialidad en sexualidad humana o bien, un terapeuta sexual, ellas son las personas indicadas para ayudarte a definir el problema. Un dato importante es que sólo te masturbas rápido, como si quisieras que eso acabara pronto y hacerlo tipo trámite, como para asegurarte de que sigue la cosa funcionando, aunque le estés huyendo al sexo porque de alguna manera implica intimar con una persona.
