Triste final en búsqueda de Luz

La roja 04/07/2017 05:00 Lydiette Carrión Actualizada 05:09
 

Araceli es una mujer alta, grande, de rostro usualmente dulce y cálido. Pero hoy esa calidez es difícil de percibir; toda su expresión es de dolor, de tristeza. Porta un vestido azul y blanco, de pie, frente al ataúd de su única hija, Luz del Carmen. A su lado se encuentra el papá, alto delgado, devastado, al igual que su mujer. 

El pasado 26 de junio, padres, familiares y amigos se reunieron en un panteón de Texcoco para dar el último adiós a Luz del Carmen Miranda, quien desapareció el 12 de abril de 2012, cuando tenía 13 años. Cinco años después, la búsqueda de Luz ha terminado: fue hallada sin vida. Todavía falta dar con los responsables de su feminicidio. 

El último día que los padres vieron a Luz eran vacaciones de Semana Santa. Ambos salieron a trabajar; Araceli, muy temprano, dio un beso a su hija, quien todavía se encontraba dormida, y salió poco antes de las seis de la mañana de su casa en Jardines de Morelos, Ecatepec, Estado de México. El papá sí la vio despierta, luego también se fue a trabajar. 

La niña se quedó en casa; se sabe que salió alrededor del mediodía. Una vecina la vio llorar sentada en las escaleras. Minutos después, Luz habló con un vecinito, un niño de 11 años que era su amigo, y después entró de nuevo a casa.

No se sabe qué ocurrió después, a qué hora salió. Sólo que, a las 5:30 de la tarde, cuando su padre llegó a casa, encontró la puerta abierta, apenas emparejada, y la televisión prendida. Luz no se había llevado dinero, ni el cargador de su teléfono. No se había llevado ni el suéter, que estaba sobre la cama. 

Los padres la buscaron todo aquel día, y a la mañana siguiente se dirigieron al Ministerio Público de Ecatepec. Las autoridades levantaron la denuncia hasta 72 horas de su desaparición, a pesar de que se trataba de una menor de edad. Dijeron lo de siempre: que si se había ido con el  novio, o que si estaba embarazada.

La familia quiso hablar con el niño que se acercó a Luz del Carmen cuando lloraba. Primero, los padres de éste le prohibieron hablar, y días después el pequeño falleció en un accidente.

El 17 de abril, la familia recibió un mensaje de texto anónimo. Según éste, Luz se encontraría retenida contra su voluntad por un hombre que ya había matado a otra niña en enero de ese mismo año. En el mensaje se proporcionó una dirección. Los policías se dirigieron ahí. Dijeron que no hallaron nada. La familia se enteraría después que ni siquiera ingresaron al domicilio.

TRES DESAPARECIDAS EN UNA CUADRA.  En Jardines de Morelos, en un área no mayor de 20 metros, desaparecieron tres muchachas entre enero de 2012 y agosto de 2013. 

El 10 de enero de 2012, Fabiola Luquín Reyes, de entonces 26 años, fue citada en una tienda en Jardines de Morelos, presuntamente para obtener un empleo para atender la tienda. Desde entonces, su teléfono está apago; y ella se encuentra desaparecida. 

La tienda a la que Fabiola se dirigía se encuentra a menos de dos cuadras del que era domicilio de Luz del Carmen. 

El 8 de agosto de 2013 (más de un año después de las desapariciones de Fabiola y Luz del Carmen), se esfumó otra niña de 13 años, Luz María Jiménez Pérez. Salió de su casa a comprar un medicamento para su tía. No se llevó ni celular ni suéter; sólo el dinero del medicamento. La farmacia a la que se dirigía se encontraba a unos pasos de la tienda a la que se dirigió Fabiola, y de la casa de Luz del Carmen. 

 

 

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