Eran las 10:44 de la mañana del pasado lunes 23 de enero, cuando las primitas Karol Guadalupe Hernández Olvera, de 12 años, y Evelin Marisol Martínez Baltazar, de nueve, salieron de su casa en la colonia San Lorenzo, municipio de Chimalhuacán.
Iban por una monografía para hacer la tarea de una de ellas. Caminaban a la papelería que se encuentra a seis o siete casas de la suya, sobre la avenida del Puerto, una calle siempre llena de gente, con mucho tráfico, por donde pasan peseras, micros y taxis. Unos vecinos las vieron cuando iban, pero ya no las vieron regresar.
Se sabe que al cabo de una hora, los familiares comenzaron a buscarlas. Preguntaron casa por casa, así supieron que fueron vistas por vecinos, pero que a la papelería ya no llegaron.
Janeth Carolina Baltazar Espejel, la mamá de Evelin, supo que su hija había desaparecido cuando regresó del trabajo, casi a las cuatro de la tarde. Inmediatamente se dirigieron al Ministerio Público de Chimalhuacán, pero ahí les dijeron que “el sistema se había caído”, que regresaran al día siguiente. A pesar de tratarse de dos niñas, de nueve y 12 años, la familia no pudo levantar la denuncia, sino hasta el 24 de enero fue entonces que se activó la alerta Amber.
Más tarde, la familia supo que las cámaras de seguridad de uno de los negocios sobre avenida del Puerto grabó a las niñas. Éstas fueron captadas de espalda, alejándose, en compañía de dos mujeres: una, que fue descrita por Carolina como una mujer “gordita”, de cabello negro, recogido en una coleta, y otra “medio gordita”, de cabello teñido de castaño o rubio oscuro.
Pero pasaron los días y toda pista se enfrió. Los familiares no han recibido ninguna llamada pidiendo rescate. Además, las autoridades no hicieron gran cosa, hasta que la familia acudió a las televisoras.
Apenas hace una semana, el caso fue televisado. Ese mismo día, la fiscal para personas desaparecidas del Estado de México, Sol Salgado, llamó a la familia por teléfono. “Ella viene y dice que está en la mejor disposición de ayudarnos, que va a mandar un equipo de investigación”, relata Carolina. “Pero ya habían pasado 17 días desde que se llevaron a las niñas”.
Carolina relata que Sol Salgado se disculpó, y explicó que en la fiscalía, localizada en Toluca, la capital del estado, no siempre se enteraban de todos los casos. A veces, agregó, sólo se enteraban por los medios de comunicación. Después les ofreció enviar un equipo de investigación especializado.
“Vienen ellos y empiezan a investigar a la familia, a probables sospechosos y todo eso. Estamos trabajando con ellos a ver qué podemos averiguar. Algo que nos lleve a las niñas”.
Karol, la de 12 años, tiene manchas en la piel, le quedaron manchas como blanquitas, en todo el cuerpo. Y atrás de las rodillas tiene como jiotes. Ese día llevaba un pantalón de mezclilla azul marino y una chamarra café con borrega blanca.
Evelin, de nueve años, vestía una sudadera rosa con lentejuelas y la figura de una mariposa al frente. También llevaba un pantalón azul. Como seña particular, tiene una cicatriz en el labio superior, del lado derecho.
Chimalhuacán está fuertemente vinculado a la violencia contra las mujeres. Desde 2015, activistas han señalado la alta incidencia de feminicidios en el municipio, por medio de la colocación de enormes cruces rosas a un lado del Bordo de Xochiaca. Pero también en este municipio se han registrado de manera frecuente secuestros de niñas y jovencitas.
Apenas en 2015 se presentó el secuestro de una niña de 13 años afuera de su casa, en la colonia Nueva Santa Cruz.
