Trece años después, aún exigen justicia

La roja 21/02/2017 05:00 Lydiette Carrión Actualizada 05:00
 

Los dos hijos de Nadia Alejandra, quienes entonces tenían cuatro  y cinco años, relataron cómo vieron que su papá Bernardo y su tío Isidro, alias ‘Matute’, mataron a su mamá. Hoy, a 13 años del feminicidio de Nadia Alejandra, las autoridades están por dictar sentencia contra Bernardo.

Hace 13 años,  Nadia Alejandra Muciño Márquez, de entonces 24 años, apareció muerta, parcialmente colgada en el baño de su casa, en Nicolás Romero, estado de México. Sus pies no sólo tocaban el piso, sino que ella habría tenido que encoger las piernas para ahorcarse. Además, tenía tres cordones atados al cuello. Uno, de color verde, estaba tan apretado que se le había enterrado en su cuello.

 Además, dos de sus hijos — de entonces cuatro y cinco años (la más pequeña sólo tenía dos) y hoy adolescentes—, rindieron declaración ministerial en ese 2004, ampliaron sus dichos y cumplieron con un interrogatorio de al menos 80 preguntas .

“El día que mi mamita se murió y se fue al cielo mi papá Berna y Matute metieron a mi mamá a la cisterna, porque Matote es bien malo y yo chillaba y gritaba: ¡Mamá! y mi mamá le pegaba en el estómago al Matote, y que mi papá le pegó al Matote porque quería, y yo vi que Matote le puso un lazo en el cuello a mi mamá y ella lloraba, y mi papá había tomado cerveza, y mi mamá lloraba porque mi papá la hizo llorar y luego mi papá se fue bien lejos y nos dejó solos y luego me salí de mi casa y fui por unos cerillos […] y Matote mató a mi mamá...”.

Pero, en aquel momento, las autoridades del Estado de México determinaron que Nadia se había suicidado. Que los niños no distinguían entre la realidad y la fantasía, y que las personas sí se suicidan alzando las piernas y con tres cables atados al cuello. Además, dejaron la casa sin resguardo, y “alguien” quemó evidencia.

Tras presiones mediáticas y legales, las autoridades retomaron el caso. Entonces,  Bernardo se escapó, pero Matute fue sujeto a proceso. Fue sentenciado a 42 años de prisión en octubre de 2009. Pero el 5 de febrero de 2010 la Primera Sala Colegiada Penal de Tlalnepantla revocó la sentencia y lo absolvió. Concluyó que no había “cuerpo del delito”, explica  Viviana Muciño, hermana de Nadia Alejandra.

La primera Sala no dio relevancia a que el Ministerio Público “perdiera” varias pruebas periciales, entre ellas las cintas y agujetas con las que presuntamente Nadia se suicidó; tampoco tomó en cuenta las denuncias que Nadia interpuso en contra de Bernardo, por violencia familiar.

A Bernardo lo detuvieron en 2012. En aquel entonces decía llamarse “Juan”. No lo detuvieron por el feminicidio de su esposa, sino por haber dejado a una muchacha de 16 años embarazada, mientras se robaba a la hermana de ésta, una niña de 13 años. Así fue que dieron con él, y por primera vez empezó su proceso. 

Viviana Muciño, hermana de Nadia Alejandra, explica: “llevamos 4 años en el juicio.  Sólo falta una junta de peritos en medicina legal y criminalística y ahí cierra la instrucción. Nos preocupa mucho porque tenemos el antecedente de que liberaron al hermano, y porque hay una pericial en criminalística que dice que ella se suicidó.” 

Actualmente el caso se encuentra en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. También está el precedente de la determinación de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en el caso de Mariana Lima, otra joven del Estado de México que fue asesinada por su pareja, un judicial, y quien también dijo que su esposa se “había suicidado”. En las próximas semanas se determinará si el Estado de México puede brindar aunque sea un poca de justicia a Nadia Alejandra.

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