Con 25 millones de visitantes al año, 3 mil 500 peregrinaciones registradas que llegan de diversas partes del mundo, la Basílica de Guadalupe en la Ciudad de México se posiciona como el segundo lugar en el mundo después del Vaticano en recibir a más fieles dentro de la religión Católica y que este año es muy importante debido a que se cumplen 40 años de que la nueva Basílica abrió sus puertas en diciembre de 1976 para recibir la imagen original de la Virgen ante la presencia de medio millón de personas.
Un acontecimiento muy destacado en nuestro país donde ocho jóvenes fueron los encargados de llevar a la Virgen mientras 500 clérigos la escoltaron; un día donde se dieron cita en la casa de todos los mexicanos como nunca, cardenales, arzobispos y obispos, junto a 10 mil invitados especiales que representaban a diversos sectores de la sociedad.
Un día donde la Virgencita estrenó ante todos los asistentes su nueva morada que fue diseñada por el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez para que llegaran de todas partes del mundo y encontraran un consuelo, una alegría a sus preocupaciones; ahí donde cada diciembre llegan millones de personas de todo el mundo para pedir un milagro o agradecer un favor. “Es la madre de todos los mexicanos”, me refieren personas en las inmediaciones de la Basílica.
La Virgen de Guadalupe en este 2016 cumple 485 años de su aparición en el Cerro del Tepeyac y a la fecha mueve el corazón de millones de mexicanos y extranjeros. La Morenita del Tepeyac tiene representación en cada ciudad del mundo, ya sea en una iglesia, una escuela, un negocio o incluso algún edificio.