Evelin ya no regresó de las tortillas

10/06/2014 03:00 Lydiette Carrión Actualizada 22:28
 

El 29 de mayo era un día de trabajo intenso, como cualquier otro en la casa de la familia Alcántara. Pero todo cambió cuando un hombre se llevó a Evelin, de 9 años.Los Alcántara hacen pan. Empiezan a trabajar entre 6:30 y 7:00 de la mañana. Comienzan con las galletas y otras golosinas, y luego preparan la masa de los bizcochos. Pero ésta debe dejarse reposar. Así que aprovechan ese tiempo para desayunar, un descanso de 15 o 20 minutos. Evelin Fabiola Alcántara Legorreta, de 9 años, se encontraba en casa, ya que cursa tercero de primaria por las tardes. A un amigo, vecinito de su misma edad, le pidió prestada una bicicleta. Salió con rumbo a la tortillería a las 10:30 de la mañana; la colonia es humilde, tranquila. Huele a campo, a pueblo. Y no debía recorrer mucho: doblar a la derecha sobre la avenida 5 de Mayo y llegar al local. En total no había más que 500 metros de distancia.

Pasaron 15 o 20 minutos y Evelin no regresaba. Su madre se preocupó. Ya había tardado demasiado, así que salió a buscarla. Su nuera, María Dolores, corrió detrás de ella, ya que la suegra es diabética. Llegaron a la tortillería y preguntaron a la encargada. En efecto, Evelin había llegado y compró un kilo de tortillas. La mujer relató que incluso le ayudó a acomodar la bolsa en el manubrio de la bicicleta.

Pero agregó un dato desconcertante: “Venía con un señor, la esperó allá afuera. Se fue con él”, explicó la dependienta. Y agregó que en vez de dirigirse a su casa la niña y el hombre fueron hacia la dirección contraria, en dirección al fraccionamiento Real del Valle, en dirección a las vías del tren, y en dirección a la carretera a Texcoco, a un kilómetro de distancia.

La dependienta describió al hombre: joven, delgado, de entre 25 y 27 años, de tez morena clara, nariz aguileña, barba recortada, con cachucha, quien también iba en bicicleta, un modelo de montaña, cromada. La mujer creyó que acompañaba a la niña, si bien nunca los vio hablar entre sí.

los capta cámara
Días después sabrían que la cámara de seguridad de una vulcanizadora, localizada unos metros más adelante, los captó: la niña en su bicicleta y el hombre al lado de ella; ambos pedaleando.La familia comenzó a buscar a la niña en la colonia y las zonas circundantes. Un vecino prestó su camioneta y comenzaron a peinar la zona. Otro miembro de la familia se dirigió a una pequeña agencia del Ministerio Público localizada en el fraccionamiento Real del Valle. Les tomaron la denuncia y les aseguraron que difundirían el caso.

Pero, explica el padre, durante ese jueves, cuando preguntaban a las patrullas que se encontraban en el camino si les habían avisado sobre la niña robada, los oficiales respondían: “Ah, sí, ya nos dieron el reporte”, pero nada más, se duele el padre. No la buscaban.

En una colonia aledaña, los vecinos mostraron la foto de un joven que, acusaron, había violado a varias niñas. Pero el padre de la última niña agredida decidió no presentar cargos, así que el acusado fue puesto en libertad.

El viernes por la mañana, en la agencia del MP tampoco hicieron mucho caso a la familia, así que a mediodía los vecinos decidieron cerrar la carretera a Texcoco para exigir que las autoridades hicieran caso y buscaran a Evelin. Esa misma tarde se activó la Alerta Amber. Actualmente el caso se encuentra en la Fiscalía de Texcoco. Pero no hay un sólo dato o indicios nuevos, sólo se han presentado llamadas de extorsión.

Evelin mide 1.20 metros de estatura, es de complexión mediana, tez morena clara, tiene estrabismo en el ojo izquierdo. Ese día vestía playera blanca de manga larga, short rosa y tenis Convers del mismo color. El padre dice: “Que la deje en algún parque para que vayamos por ella. No queremos problemas, sólo regrésenla”.

Google News - Elgrafico

Comentarios