Busca sola a su hija Elideth

15/09/2015 03:00 Lydiette Carrión Actualizada 03:00
 

Dulce María Romo se separó de su esposo en septiembre de 2014. Salió de la que hasta entonces había sido su casa con lo que traía puesto. No tenía dinero ni familia. Se fue a casa de una amiga. Por ello, Salvador López, hasta entonces su marido, se quedó con las hijas de ambos, la mayor de 10 años y la menor de seis, Elideth Alejandra López Romo.

A la semana siguiente que habló de nuevo con Salvador, éste se ofreció a “ayudarle” con las niñas en lo que ella conseguía empleo, estabilidad económica y un lugar digno para vivir. El dinero y el lugar digno no llegaron aquel año ni a inicios de 2015. Las niñas terminaron el ciclo escolar y seguían viviendo con su papá. Dulce las veía los viernes o sábados, se las llevaba a dormir al cuartito que había rentado y las entregaba el domingo por la tarde o noche.

La última vez que vio a su hija menor, Elideth Alejandra, fue el 25 de julio en la noche cuando llevó a ambas hasta el metro San Cosme, la estación más cercana a la casa del papá. Salvador se las llevó.

A la semana siguiente, al preguntar por ella, Salvador le dijo que “la señora Yolanda se la había llevado a una pijamada”. 

Yolanda, explicó Salvador, era una señora que tenía un hijo en el jardín de niños a donde asistía Elideth y le ayudaba a cuidar a la niña.

Dulce conocía a la señora Yolanda de oídas, ya que una vez, después de asistir al festival del Día de las Madres, caminaba con la hija mayor por la colonia de su ex esposo y la niña le dijo que pasaran “de rápido”  por una sastrería, ya que la señora Yolanda luego la regañaba.

A la semana siguiente le dijo que se había quedado otra semana y de nuevo ocho días después Salvador le comentó que “se la habían llevado de vacaciones”. Yolanda, relató el padre, se había ofrecido a cuidar a la pequeña. Y para ello se la había entregado a una prima que vive en Pachuca.

Dulce no sabe cómo se llama la mujer que tiene a su hija ni dónde vive.

La siguiente vez que habló con su ex esposo supo que había entregado los papeles de la niña para que la inscribieran en una escuela de Hidalgo.

“Cómo es posible que la hayas dejado con una persona que tú no conoces y no me dejes verla”, cuestionó Dulce a su marido. Pero él no contestó nada.

El 15 de agosto pasado, Dulce preguntó a su ex pareja de nuevo por la niña. Salvador le aseguró que iría a verla a Pachuca. Pero no lo hizo.

El 31 de agosto de 2015, Dulce interpuso una denuncia ante el Ministerio Público de la delegación Coyoacán, que es donde ella vive actualmente. Al día siguiente el caso fue enviado a Cuauhtémoc, ya que ahí es donde vive el padre de las niñas y fue en esa delegación donde la madre vio a Elideth por última vez.

El domingo 6 de septiembre un tío de Dulce fue en compañía de Salvador a Pachuca a buscar la ubicación de la niña. El padre lo llevó a una zona residencial. Ahí preguntó al guardia de seguridad por una mujer y éste respondió que no se encontraba en su casa.

Durante todo este tiempo Dulce no ha tenido ningún contacto con Elideth, sólo con su hija mayor, quien le ha dicho que habló por teléfono en una ocasión con su hermanita. “Estoy bien”, dijo la pequeña. Y fue todo.

Dulce explica que simplemente no tenía las condiciones para llevarse consigo a sus hijas. Ella trabajaba y entregaba un dinero para cubrir los gastos, la escuela, la comida. 

Actualmente vive en un cuarto rentado, no tiene hermanos y sus padres ya fallecieron. Se separó de su esposo por necesidad. Y actualmente, tras un mes y medio de no ver a su hija, nadie le ayuda a buscarla.

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