Yo quiero saber quién es mi familia

24/06/2014 03:00 Lydiette Carrión Actualizada 22:00
 

Irene no tiene certeza de nada. No sabe exactamente cuándo nació, quiénes son sus padres; es más, no sabe cuál es el nombre que su madre biológica le dio. A ella la robaron cuando tenía Irene no tiene certeza de nada. No sabe exactamente cuándo nació, quiénes son sus padres; es más, no sabe cuál es el nombre que su madre biológica le dio. A ella la robaron cuando tenía aproximadamente tres años. La única certeza es que su familia verdadera la puede identificar por un lunar rojo que tiene en el lado izquierdo de la frente. Su nombre en registros oficiales es Irene Hernández Rosales y según su acta de nacimiento tiene 25 años. 

Hasta hace tres años pensaba que era originaria de Tehuacán, Puebla. Pero poco a poco algunos vecinos y miembros de la familia, que ella creía era la suya, le dijeron algunas partes de la verdad: a ella la trajeron un día cuando la nena tenía unos tres años y llevaba el cabello con lindos caireles, traía un vestidito blanco y una medallita al cuello.

La joven tiene cejas delgadas, nariz recta, labios regulares, tiene ojos oscuros, medianos, un poco tristes. Es bajita. Con voz suave, explica: “Hace tres años me enteré que mi mamá no es mi mamá, sino que me robaron. Con los vecinos me fui enterando”. Más tarde, una de las supuestas hermanas, quien ya era grande cuando trajeron a Irene, le confirmó: “Yo nunca estuve de acuerdo”.

Por esta hermana supo que unas personas la habían hallado en las calles de la ciudad de México “solita”. Otra versión apunta a que la habrían levantado en un mercado. Esta gente levantó a la nena, no la reportaron a ninguna autoridad y se la llevaron a Tehuacán, Puebla. La idea era “regalar” a la niñita a una joven mujer que no podía tener hijos. Pero al final ésta no la quiso, y una mujer, a quien llamaremos Matilda, se la quedó.

Matilda, la mujer que crió a Irene como suya, tenía ya 11 hijos cuando Irene llegó. Y siempre trató mal a la pequeña. “Ahí me dieron mucho maltrato. Me pegaron mucho. Me trataban como su sirvienta”, recuerda Irene.

“No me explicaba por qué me hacía feo. Después crecí, me fui, me casé y por los vecinos me fui enterando que no eran mi familia”. Un día, Irene decidió confrontar a Matilda y ésta le dijo: “Es verdad, no eres mi hija. Eres hija de mi esposo, de un romance que él tuvo. Pero luego él te dejó aquí conmigo”.

Esta primera versión resultaría ser falsa. La misma hermana que le reveló que la habían robado le dijo: “No son así las cosas. A tí te robaron”, dijo.

Y luego reiteró, como la vez pasada: “Yo nunca estuve de acuerdo con lo que hicieron”.

Irene volvió a presionar, volvió a cuestionar a Matilda y ésta cambió su versión: que una de sus hijas no podía tener hijos, que a ella, a Irene, la encontraron solita por las calles del DF y que se la llevaron a Tehuacán, Puebla. Pero después, la hija que no podía embarazarse no la quiso y entonces Matilda la crió, y lo hizo así: con maltrato, con golpes y haciendo sentir a la niña siempre como una “arrimada”.

Irene ya estaba casada cuando se enteró de esto. Ella tiene dos hijos propios. Al principio no supo qué hacer: le daba temor meter en problemas a quienes, en los hechos, habían sido su familia. Pero poco a poco se decidió. Pasaron dos años y medio y de nuevo buscó a Matilda para avisarle que buscaría a su familia verdadera. Lo único que recibió fue “pura agresión” por parte de la supuesta mamá.

Pero Irene ya había tomado la decisión: quería saber de dónde viene. “Yo quiero saber quién es mi familia. Sean buenos o malos”.

Ahora, han hallado una fotografía que fue difundida en 1985 en televisoras, la fotografía de una niña que habría sido robada ese mismo año en el Distrito Federal. Es posible que esta niñita sea Irene, antes de que una mujer la robara y cambiara para siempre 

Google News - Elgrafico

Comentarios