Un 26 de julio de 1955 El Santo festejaba su aniversario 13 como luchador profesional y para celebrarlo se reunió con un grupo de compañeros entre los que se encontraban Gory Guerrero, Chico Casasola, Rito Romero, Bobby Bonales, Jorge Allende y Dick Medrano entre otros.
En aquella reunión todo era risa, añoranzas, anécdotas, bromas, hasta que Dick Medrano, casi en secreto, les platicó que en esos momentos Fidel Castro y su hermano Raúl, junto con Ernesto Guevara de la Serna (mejor conocido como “El Che”), en compañía de algunos camaradas puertorriqueños, peruanos y cubanos estaban depositando una ofrenda floral en el monumento a Los Niños Héroes, como homenaje a los 135 guerrilleros anti-Batistas, que habían muerto cuando realizaban el asalto al Cuartel Moncada, un edificio docente que había sido un cuartel militar en Santiago de Cuba el 26 de julio de 1953.
Dos años después este grupo de jóvenes emigrantes estaban en México y llevaban enormes sombreros de charro con la leyenda “Viva México” y celebraban este histórico acontecimiento que daba inicio a la revolución cubana.
¿Y cuál es problema? Le cuestionó mi padre.
El problema Rudy, (le contesto Avelino Hernández Palomo, nombre real de Dick Medrano), es que en mi casa ubicada en la calle José Emparán número 49, en el centro de la ciudad, la noche del 8 de julio conocí al "Che" Guevara y a Fidel y Raúl Castro, y nos platicaron que ellos eran el grupo de exiliados cubanos y rebeldes revolucionarios causantes de los acontecimientos sucedidos el 26 de julio del 52 en el Cuartel Moncada al haber colocado una bomba en un cine y ahora están viviendo en mi casa.
Todos se quedaron impactados al escuchar que su esposa María Antonia González, de origen cubano, decidió darle posada a los jóvenes.
Todos sus compañeros, incluido mi padre, le aconsejaron que ya no permitiera a su casa, el acceso de estos rebeldes porque le podría traer graves consecuencias y problemas con la justicia.
Dick Medrano hizo caso omiso a los consejos de sus compañeros y al paso de los meses, su casa se convirtió en el lugar de contacto de los revolucionarios. Cada día eran más los hombres que se unían a la causa, como fue el caso de otro luchador profesional, Arsacio Venegas Arroyo, mejor conocido como Kid Venegas.
Ellos y la propia esposa de Medrano, María Antonia, crearon una red de financiamiento para apoyarlos. Kid Venegas seria el encargado de la preparación física de los rebeldes y les daba clases en un gimnasio en la calle de Bucareli.
Les enseñó lucha, karate, jiu jitsu, a caer y diferentes tipos de patadas. Los hacia realizar largas caminatas por la Avenida de los Insurgentes, subían al cerro del Tepeyac, al Volcán Popocatépetl y a remar al lago de Chapultepec.
El 21 de junio del año de 1956 cayó preso Fidel y días después el "Che" y otros rebeldes. Dick Medrano y Kid Venegas esperaban lo peor por apoyar y encubrir al grupo. Afortunadamente, ninguno de los presos mencionó los nombres de sus protectores.
Finalmente, al salir libres, lograron su objetivo al zarpar en el "Granma", desde Tuxpan Veracruz y llegar los 82 rebeldes a la isla de Cuba. El profesor Avendaño murió en septiembre del año 2001 y Fidel Castro le envió una carta y un arreglo floral como una muestra de gratitud por su desinteresado apoyo, considerándolo un hijo más del pueblo cubano.
Mi padre entró con el pie derecho a La Habana, Cuba, a finales de 1958 para filmar sus dos primeras películas: Hombres Infernales y El Cerebro Del Mal, días antes de que triunfara la revolución cubana el 1 de enero de 1959.
Nos leemos la próxima semana, para que hablemos sin máscaras.