Estimados amigos de El Gráfico: Cuando ustedes lean esta columna yo estaré en la bella ciudad de Madrid, España, para encontrarme con el exitoso director de cine Alex de la Iglesia, con quien en 2016 iniciaré el rodaje de una nueva producción cinematográfica, tema del cual les escribiré próximamente.
Pero hoy quiero denunciar a oportunistas que muy pronto tendrán noticias de mis abogados. Sinceramente es muy molesto que estos usurpadores intenten engañar al público y lo hacen porque no tienen la capacidad de pensar que están usando la imagen de un personaje con dueño o tal vez porque no tienen el presupuesto para contratarme o porque son auténticos vivales y delincuentes.
Deseo aclarar que ustedes pueden usar y ponerse mi máscaras, siempre y cuando no sea con fines de lucro y con la mala intención de intentar engañar a la gente. Esto ha sucedido en los últimos meses y me he enterado a través de las redes sociales, porque ustedes mismos hacen el favor de informarme y denunciar tales hechos.
En Monterrey, la televisora Multimedios, que se caracteriza por hacer fraudes dentro de la lucha libre, presentó en el programa Las noches del futbol a un tipo de nombre Ernesto Chavana Cubos, quien tuvo sus tres minutos de fama al ponerse mi emblemática máscara e intentar hacerse pasar por mí.
Esta televisora ya lo había hecho hace algunos años y el títere que en esa ocasión se puso mi tapa fue el patán de Andrés Puentes, conocido gracias a que fue esposo de la bella Tatiana.
Después fue la cerveza Estrella en su campaña de Día de Muertos. Esta empresa sabe perfectamente que para utilizar la imagen de mi padre, El Santo, y la del Hijo del Santo (que es la misma) o la de cualquier personaje público como Pedro Infante, Tin Tán o Cantinflas, tiene que pedir permiso y pagar derechos. Son abusivos que cometen el delito con alevosía y ventaja.
No quiero dejar de mencionar a Viviana García Besné, quien mutiló la película Santo en el tesoro de Drácula y sigo sin entender quién la autorizó para tal aberración, porque no tenía por qué ingresar nuevas imágenes sin un permiso de RTC o Gobernación.
Y lo que faltaba, porque ahora hay que incluir al Internet. Y es que después vi una publicación en Facebook (de un supuesto amigo, no sé de quién), en la que venden escaneadas las historietas de mi padre, Santo, El Enmascarado de Plata, sabiendo que está prohibida la copia o reproducción total o parcial de una obra por cualquier medio o procedimiento sin autorización del autor y/o los editores.
Es de todos conocido que también es un delito suplantar, cambiar y explotar la imagen de un personaje de caracterización humana. Por ejemplo, el sorteo La estrella de la fortuna en su promoción Ya te toca realizó un comercial de televisión utilizando mi imagen y la de Blue Demon.
El colmo: en Querétaro, una empresa de nombre Producciones Garza engañó al público anunciando que en la inauguración de un restaurante estaría presente como padrino el Hijo del Santo. El bodrio que me suplantó tuvo el descaro de presentarse en una estación de radio y cuando un aficionado solicitó un saludo se dio cuenta de que no era mi voz, motivo por el cual cuestionó al suplantador y éste colgó la bocina.
La decadente empresa Triple A me está anunciando en su función Guerra de Titanes, el próximo 4 de diciembre en la ciudad de Tampico, y lo publicó un periódico de ese lugar en su edición del pasado 15 de noviembre. Seguro alegará que en el cartel no está mi nombre y que fue un “error”, como lo hace siempre: salirse por la tangente.
Esto no es novedad, sólo mencioné algunos casos, pero la verdad es que la situación es cada vez más insoportable. Al público le pido que no se deje engañar y a las autoridades competentes les solicito, de nueva cuenta, su apoyo por favor.
Nos leemos la próxima semana para que hablemos sin máscaras.