LO PROMETIDO es deuda. Hoy contesto las preguntas que me realizó Lulú Petite dentro del reto “de dos a tres cuartillas sin límite de tiempo” y asimismo en esta columna le voy realizar a esta bella mujer cinco preguntas que elegí entre las muchas que enviaron nuestros queridos lectores de El Gráfico.
Lulú Petite, en su publicación del pasado 19 de mayo, me pregunta lo siguiente:
LP. 1: Por motivos muy distintos a los suyos sé lo que significa tener doble identidad, cuidar el anonimato. Eres un personaje público muy conocido, pero al quitarte la máscara pocos te reconocen. Igual tienes un cuerpazo y una personalidad fascinante: ¿Qué tan seductor es ‘El Hijo del Santo’ sin máscara?
HDS: Efectivamente estimada Lulú, en mi vida llevo una doble personalidad y cuando no soy el Hijo del Santo soy un ser humano como cualquiera. Me gusta pintar, escribir, leer, ir al cine o comer en un buen lugar. Pienso que soy más divertido sin máscara, pues también me gusta cantar, bailar y contar chistes, pero en respuesta a tu pregunta te puedo decir que cuando mi esposa y yo filmamos una película en 1992, ella no me conocía el rostro y dice que no le importaba cómo era ya que se había enamorado de lo que expresaban mis ojos, que fue con lo que la seduje.
LP. 2: Sé que además de luchador tienes muchas facetas. Empresario, articulista, ambientalista, actor. Si mi teoría sobre las virtudes sexuales de los atletas es cierta, aprovechando sus habilidades de escritor: ¿Podría usted escribir ‘El luchazutra’? Un manual en el que, aprovechando los agarres, lances y estiramientos de la lucha libre, podamos saber cómo el Heredero de Plata aprovecha en el colchón sus habilidades en el ring.
HDS: Sería muy interesante escribir ‘El luchazutra’, ya que es muy cierto que este bello deporte es cuerpo a cuerpo y los movimientos y llaves contienen un alto contenido sexual, porque en las posiciones muchas veces los órganos sexuales de los protagonistas quedan tan cercanos que no es difícil que una pareja de amantes intente hacer en la cama una ‘Huracarrana’, un ‘Angelito’, un ‘Toque de espalda’, un ‘Martinete’ o una ‘Campana’, desde luego sin dejar caer de cabeza a tu pareja. El resultado seguramente será un agradable empate.
LP. 3: Para todo mal y para todo bien, sé que hace unos días presentó su mezcal. Me han dicho que es una delicia y que pega como un tope atómico. Un buen chupe (sin albur), le pone condimento al sexo. ¿Qué tlapehue, brebaje, elixir o afrodisiaco recomienda usted para antes de echarse un buen brinco?
HDS: Ja, ja, ja. Bueno, estimada Lulú: es cierto que una de las características del licor es que desinhibe a las personas y las hace más espontáneas y desenvueltas. Así que si uno de los amantes o los dos son muy tímidos, es recomendable una o dos copitas de un buen vino antes de entrar a la acción, esto puede hacer más agradable el encuentro. Pero hay que tener cuidado, porque si en lugar de dos copitas son dos botellas, la experiencia puede ser verdaderamente desagradable y terminar en descalificación.
LP.4: Sólo en la cama y en las luchas se pasa de saltar de la tercera cuerda a llevarse las piernas a los hombros. Hay muchos movimientos de las luchas que inspiran unas poses deliciosas. Para El Hijo del Santo, ¿en qué se parecen el sexo y la lucha libre?
HDS: La lucha libre se parece al sexo por las sugerentes posiciones que pueden aplicar los amantes por medio de la imaginación y la fantasía, el lugar ideal es en una cama por su similitud al cuadrilátero. Mi sugerencia es que lo intenten previo a un buen calentamiento para evitar lesiones ¡Pero mucho cuidado! Recomiendo que éste no sea extenuante para no rendirse antes de tiempo.
LP. 5: El pancracio es tierra de testosterona. Hay espléndidas luchadoras, pero los estelares son siempre hombres: ¿Qué opina usted de las mujeres en las luchas?
HDS: Las mujeres en nuestra sociedad actual van tomando ventaja sobre los hombres en muchas profesiones y debemos de reconocer que en muchas de éstas ustedes son mejores que el sexo masculino. La lucha libre no es la excepción, por ello todas mis compañeras luchadoras merecen mi respeto y admiración, ya que para practicar este bello deporte de contacto y de alto rendimiento no sólo se requiere de gran elasticidad y excelente condición física, también se necesita mucho valor y a ellas les sobra. Sería muy justo que estas talentosas mujeres tuvieran la oportunidad de estelarizar algunas de estas funciones.
Hermosa y sensual Lulú Petite, me has hecho sonrojar y aquí están mis respuestas. Esta vez mi columna es distinta, ya que en ocasiones hay que dejar a un lado la formalidad. Gracias por invitarme a jugar este juego de preguntas y ahora te toca a ti, mi bella dama de espléndido cuerpo. Nos leemos la próxima semana para que hablemos sin máscaras.
1.- Háblame de la autocomplacencia y qué tan seguido la haces.
2.- ¿Son necesarios los juguetes, por qué y cuándo los usas?
3.- ¿Qué prefieres: mano a mano, relevos australianos, dos contra dos o una lucha de tercias?
4.- ¿Te gusta más recibir o dar sexo oral y cuál es la importancia de esta práctica?
5.- ¿Cuántas caídas aguantas por lucha?
Vamos por la segunda cuartilla sin límite de preguntas.
Nos leemos la próxima semana para que hablemos sin máscaras.