Estimados amigos de El Gráfico, después del intenso fin de semana pasado, en que se llevaron a cabo las votaciones el domingo 1 de julio, ya tenemos un presidente electo. La participación de todos los mexicanos fue importante, ya que sufragamos en busca de un cambio para nuestro gran país.
También y después de un lunes en que lamentablemente nuestra Selección dijo adiós al mundial. Hoy viernes 6 de julio, yo los invito a darle vuelta a la página y ver las cosas de una manera positiva, a dar el máximo esfuerzo en nuestros trabajos, estudios, hogares y negocios.
Lo podemos lograr si cada uno de nosotros, desde nuestra trinchera , hacemos de la mejor manera posible lo que nos corresponde. Debe ser así, en primer lugar para sentirnos satisfechos con nosotros mismos, en segundo lugar para beneficio de nuestras familias y en tercer lugar por nuestro hermoso país.
Sé que lo que voy a decirles está muy trillado pero es verdad: si queremos un cambio para México, ese cambio debe de iniciar por nosotros mismos, desde nuestro interior, para que de ésta manera ése cambio se refleje en nuestras familias. Es importante la forma de tratar a nuestra pareja, hijos, compañeros de trabajo, clientes y a nuestros aficionados.
Hoy es un excelente día para respetar a quienes votaron por López Obrador, por Anaya, por Meade o por El Bronco. Lo importante es que votamos y tenemos ya un presidente electo.
Es un excelente día para no juzgar, para no criticar sin fundamentos, para no meternos en lo que no nos importa y, principalmente, para no hacernos las víctimas.
También para no tirar basura en la calle, para no pasarnos los semáforos, no tocar el claxon ni usar el celular mientras manejamos. Para no abrir productos en los supermercados y consumirlos sin pagar.
No hay que sobornar, pero tampoco hay que quedarnos callados ante las injusticias. Hay que exigir pero también hay que saber escuchar razones. ¡tenemos que alcanzar nuestras metas!
SER DIGNO. Yo seguiré mi mismo camino, trabajando muy duro por enaltecer y dignificar la lucha libre. Seguiré poniendo el nombre de México siempre en alto y trabajaré para seguir siendo un digno heredero de un gran luchador, del máximo ídolo de la lucha libre, y seguiré siendo, a pesar de los obstáculos, el continuador de un personaje orgullosamente mexicano.
México cuenta conmigo y yo seguiré firme desde mi trinchera. Si en algo puedo apoyar a mi país, aquí estoy, como he estado siempre. Igual a la lucha libre y a mis aficionados.
Nos leemos la próxima semana, para que hablemos sin máscaras.
