Por Helena La Mala
Hey, mis chulos, espero tengan un excelente miércoles y que con mi columna les suba la temperatura un poquito y se pongan alegres de leerme.
Les voy a contar un poquito de una escena que hice con una compañera de sexmex, para que se queden picaditos y entren a verla, a sentirla. Las lésbicas se me facilitan mil veces más que cualquier otra escena, adoro el sabor de las mujeres y todo lo que podemos hacer juntas.
Me enciende más, sin contar el que yo sé que ustedes chicos y chicas les encantará ver el resultado. La escena comienza con las dos sentadas en el ya tan famosos sillón rojo del set de grabaciones, platicamos un poco entre nosotras y con el director, estamos con blusas de tirantes y en tangas, empezamos a saltar en el sillón, jugando a que los espectadores de ese día puedan ver nuestras tetas agitarse, y entonces aparece un enorme y doble consolador, seguimos jugando y jalamos nuestros calzones hacia arriba, para dejar ver a los lados los labios de nuestra vulva, y al mismo tiempo rozar nuestro clítoris con nuestras tangas, ya excitadas de ese roce, nos sentamos y tomamos cada una de un extremo el consolador y empezamos a mamarlo, como si fuera el pene más delicioso de nuestra vida.
Yo podía notar cómo más de un espectador trataba de ocultar su erección, pero era excitante saber que les gustaba lo que hacíamos con nuestras lenguas y bocas.
Continuamos mamándolo y empezamos a tocar nuestros senos, dejamos de lado el consolador y la acuesto para hacerle un oral, paseo mi lengua por sus labios y me detengo en su clítoris, hago giros y muevo de arriba hacia abajo mi lengua, para humedecerlas más. Termino con un beso en la boca, para dejarle un poco de su sabor en ella.
Luego, ella me hace un oral para prepararme y poder meterme ese consolador, para poder tener varios orgasmos y dar un buen espectáculo. Ya húmedas, nos acostamos una frente a la otra, dejando muy juntas nuestras vaginas. Tomamos el consolador y empezamos a metérnoslo. Como ya estaba súper excitada me pedía más y más, así que me metía el consolador y cuando menos lo vimos nuestras vaginas ya estaban completamente pegadas con todo el consolador dentro de nosotras.
Entonces, hacemos movimientos para que nuestros clítoris se rocen, mientras el consolador se mueve dentro de nosotras, es delicioso, nos separamos un poco para comenzar a meter y sacar el consolador y así llegar a un orgasmo.
Así que tengo un orgasmo delicioso con especial dedicatoria a los espectadores y luego ella termina y deja empapado ese pene de plástico. Nos ponemos en posición de perrito, pegamos nuestras nalgas y seguimos moviéndonos, para que el consolador pueda penetrarnos lo más profundo.
En eso, entra a escena un actor y mi compañera comienza a chuparlo, yo sigo feliz en mi posición y al sentir el consolador dentro. Él se arrima a mí y comienzo a chupársela, ella se está moviendo y hace que el consolador se mueva dentro de mí también, nos lo sacamos y comenzamos a chupársela entre las dos, dejando que los espectadores vean nuestras vaginas en la posición de perrito y que el actor sienta dos lenguas alrededor de su pene.
Tomo el consolador, me lo meto y la volteo, ella en cuatro y yo hincada comienzo a metérselo a ella también, como si yo estuviera penetrándola, pero al mismo tiempo siento placer para mí; el actor se pone delante de ella, para seguir sintiendo su lengua. Ella se voltea y comienza a lamer la vulva, mientras él la penetra. Tengo un orgasmo y acción seguida, él eyacula en las nalgas de ella. Ni siquiera recordábamos la cámara, al final volteo a ver los espectadores y todos tienen la boca abierta. Es un éxito cuando se quedan sin palabras.
Es lindo que mis fans se vayan con un buen sabor de boca. Espero les queden ganas después de excitarse al leer esta columna y tras ver la escena, y notar las expresiones en mi cara y la de ella. Recuerden escribirme al correo [email protected] para poder compartir experiencias y consejos, ¡nada como aprender cada día más!
Les dejo un beso enorme.