Hola, mis chulos y chulas, me han estado preguntando mi postura favorita y sin duda debo decirles que es la ‘de perrito’.
Debo admitir que no tengo demasiada condición física y ya saben que soy ruda al momento del sexo, así que el estar arriba del hombre implica mucho esfuerzo y me canso antes de lo que yo quisiera, pero de perrito es cómodo, puedo balancearme para hacer que su miembro quede hasta dentro de mí suavemente o todo lo duro que quiera, tengo el control y aguanto mucho más, que yo montada en él.
Las ventajas de esta posición son la penetración profunda, el sentirla “hasta el fondo” la vista espectacular que tienen ellos de nosotras y que disfrutan de un poco de sumisión, además pueden agarrarnos del cabello, de las manos poniéndolas detrás de la espalda o de la cintura mientras nos dan nalgadas.
Una de las desventajas podría ser una penetración dolorosa, al no estar demasiado listas o cuando la meten mal, pero bastará con una señal, como una palmadita en su pierna para que entienda que no es la manera.
Pero sin duda hay una desventaja que es molesta y vergonzosa en varios momentos: el aire vaginal. Esos tremendos ruidos que suenan, a veces, mientras nos siguen penetrando, otras cuando sacan su miembro para hacer una embestida o cuando por fin se terminó la acción. Sin duda, más de una hemos sufrido con eso y es que hasta nosotras mismas o por lo menos yo, la primera vez que sucedió me saqué de onda sin saber qué decir o pensar.
Estábamos haciéndolo así “de perrito” y sentía cómo sus huevos se estrellaban en mi cacerola... ya enserio, sentía sus testículos rebotando en la unión de mi vagina con mi puntito negro.
Me tenía con la cadera levantada y el pecho completamente contra la cama, él estaba recargándose en mi espalda, sentía todo el peso de su cuerpo sobre de mí, con su mano empujándome y el sonido era maravilloso, estaba tan mojada que escurría hasta la cama; cuando por fin llegamos los dos al orgasmo, hice mi cadera hacia al frente para librarme de su pene y ese fue el primer sonido extraño, yo en estado vulnerable y el culo levantado, fue un enorme “pum” y sentí cómo mi cara se puso roja de la vergüenza, bajé rápido la cadera y fue lo peor, los sonidos seguían saliendo a cada movimiento que hacía, corrí hacia el baño y parecía que cada paso que daba presionaba mi matriz y salían más y más.
Éramos nuevos en eso el chico y yo, así que no pudimos hablar del tema y yo me quedé con la pena. Llegando a casa investigué y supe que es el aire que entra cuando haces maniobras como sacar completamente el pene y volverlo a meter, con el culo levantado estamos más expuestas o cuando es demasiada intensa la acción. Le platiqué a mi chico y a partir de ahí hacíamos la broma diciendo que cuando salían esos “pedos vaginales” era mi amiguita diciendo ¡gracias por ese excelente orgasmo!. En mi grupo de WhatsApp llegamos a la conclusión de que es el eructo de una vagina satisfecha.
Así que no hay por qué avergonzarse o sacarse de onda, es un reconocimiento y no algo malo.
Y bueno, de mi posición favorita pasamos a un tema divertido y que con mucha confianza en nosotras mismas y un poquito de conocimiento por parte de nuestros amantes, más que un momento vergonzoso, los ruidos vaginales podrían ser una invitación a seguir haciendo un magnífico trabajo.
¿Les ha pasado algo por el estilo? ¿Cómo fue su primer experiencia con el aire vaginal? Los leo en mi correo y les mando muchísimo amor.